Día 2 - El Luna Azul

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¡Estoy maravillado con mi nuevo navío! Sin duda fue una compra espléndida y a cada paso descubro más sorpresas, estoy seguro que no terminaré de conocer la beldades de este gran barco. 

Apenas empezó a navegar sentí la seguridad y estabilidad que transmitía, la mar estaba calma y no había olas a la salida de la bahía donde se encuentra mi puerto. Como yo no tengo ningún destino fijo, ni prisa, entonces dejé que su extraña magia me guiara por donde mejor le parecía, a la espera de no toparme con alguna tormenta.

Pero el Luna Azul me llevó por aguas tranquilas y paisajes azules en calma. Así me dediqué a explorar mi nuevo barco en detalle. Coloqué a Blanca en mi hombro y comencé a caminar por la cubierta, sintiendo en mis manos la poderosa madera con la que estaba construido. Era una madera fuerte, como el cedro y de un color hermoso como la caoba. 

Caminé de nuevo a mi camarote de capitán, y aquí quiero detenerme para que puedan conocer con detalle la belleza que pude encontrar en este cuarto. En realidad era un sitio ideal, con artesanías hechas con el mayor cuidado y esmero en una madera tan fina como el nazareno. Hacia el lado de la popa, está el escritorio de madera impecablemente trabajado, iluminado por unos cristales esmerilados que dejaban pasar la cantidad justa de luz. A derecha e izquierda hay unos estantes con puertillas también de madera. Al otro lado de la habitación una cama que parece confortable, después la probaré.

Encontré un curioso botón que al presionarlo me dio otra agradable sorpresa: las luces que, creí de velas, se encendieron con bombillos eléctricos. ¡El barco tenía un generador! Vaya que agradable! Así podré también cargar mi cámara, apenas encuentre el toma corriente...

Dejé mi camarote y me aventuré a conocer el cuarto de mi inexistente tripulación, abajo de la cubierta. Es un lugar suficientemente amplio para que descansen unas 10 personas en sus hamacas, y hacia el fondo del mismo hay una cocina bien equipada, una alacena que estaba llena de carnes conservadas en sal y frutas, también bastante agua (¿para qué se ocupará tener agua si tengo todo el mar a mi disposición?), algunos vinos, quesos y dulces. En ese momento me di cuenta que no había pensando en la comida, pero me habían provisionado suficientemente bien para semanas de travesía, como si supieran que yo iba a llegar hoy.

Pero aquí me sorprendió un ruido... en la semioscuridad del atardecer, aún con las luces encendidas, el espacio es un poco oscuro, y escuché un sonido como de pasos. Blanca también los escuchó porque se le paró el copete amarillo de su cabeza. Estábamos un poco nerviosos. ¿Y si era una emboscada? 

Los pasos caminaron hacia nosotros, suaves, muy suaves. No veíamos nada, hasta que un ladrido nos hizo saltar del susto. En el piso estaba un pequeño perrito café, lanudo y orejón que había entrado de polizón al barco, tenía cara de ser buen amigo y con su lengua afuera nos saludó, con unos ladridos de cachorro.

Bueno, ahora ya somos tres los tripulantes del Luna Azul, dichosamente Orejas (no soy muy bueno con los nombres) nos puede ser útil, parece que conoce el barco mejor que nosotros y puede ser una excelente compañía para nuestras aventuras

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Bueno, ahora ya somos tres los tripulantes del Luna Azul, dichosamente Orejas (no soy muy bueno con los nombres) nos puede ser útil, parece que conoce el barco mejor que nosotros y puede ser una excelente compañía para nuestras aventuras.

Salimos los tres a cubierta para ver el atardecer. El barco había encendido unas luces tenues en algunos de los mástiles y cerca del piso de madera de la cubierta, dándole una especial sensación romántica, con la luz del atardecer se veía simplemente espectacular. 

Orejas se fue a la proa, a la parte de adelante del barco, y nos llamó con sus ladridos y brinquillos llenos de energía. Caminamos viendo cómo el barco partía las aguas con precisión y elegancia, la estatua de la mujer con torso desnudo y cabeza de dragón se mostraba impresionante liderando el barco, pero al caer el sol nos dio la sorpresa de la vida: Los ojos del dragón se iluminaron con una luz azul zafiro extremadamente brillante, tanto que se reflejaba en el agua y parecía iluminar hasta las nubes. 

¡El Luna Azul está vivo!


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⏰ Last updated: Jul 19, 2020 ⏰

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Diario de un pirataWhere stories live. Discover now