-¡Ya llegue!-Jimin tocaba la puerta de tu habitación.
Ese día, llegaste de la universidad, tuviste un día pésimo, reprobaste un examen con una nota lo suficientemente baja como para bajar tu promedio, el proyecto que habías preparado hace ya tiempo decidió no funcionar a ultimo momento, dejaste tu dinero en casa por lo cual, no habías comido nada. La frustración te hizo llorar, encerrarte en tu cuarto y no abrirle a nadie, igualmente, vivías con Jimin, tu roomie ya desde hace dos años, desde que empezó tu universidad. Ambos eran amigos de infancia y se habían ido a vivir juntos porque la universidad a la que irían quedaba más cerca de ahí.
-Pasa-Decías acostada desde tu cama.
-¿Que te pasa?-Jimin te vio llorar y de inmediato se preocupo. Se sentó a los pies de la cama
-Hoy fue un día en los que quería morir.
-Hey, no digas eso, si mueres me quedare solo aquí y con miedo a que tu espíritu decida asustarme-siempre decía alguna ridiculez para hacerte reír.
Le contaste todo lo que ese día pasó.
-Vaya, si que fue un día pesado para ti-se recostaba hacia atrás-no te preocupes, el examen solo fue el primero y el ultimo en el que sacas una nota tan baja, lo se, he visto tu esfuerzo y siempre lo haces bien pero me preocupa que te exiges mucho.
-No me exijo, ya se manejarme-O eso pensabas
-Como sea-Jimin se levantaba de la cama en dirección a la puerta-espérame aquí.
Se demoro al menos unos 10 minutos.Una vez de regreso, traía consigo platos hondos con palomitas.
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-Córrete para allá, veamos una película-se recostaba a tu lado-Te hará sentir mejor.
Jimin siempre se preocupaba por los suyos, sea pequeño o grande el problema.
