Capitulo: 21 al 30.

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Capitulo 20:  "Baila conmigo"


Y en días como este comprendo un poco mejor este pequeño teatrillo que es la vida. A lo largo de la obra cambié cien veces de máscara, pude disfrutar de muchas segundas pieles pero en ocasiones me olvidé de aprovechar la mía propia, provocando que se me cuarteara la piel de tan poco que la usé.
Durante esta última escena tuve el privilegio de ser yo, la de verdad, ser la protagonista de mi vida y la directora a la vez. Escoger cada palabra, cada silencio y cada gesto, esparcir mis sentimientos por las tablas y gritar hasta reventar los focos y todo esto sólo pude hacerlo porque compartía la escena con él. Un escenario perdido con sólo nuestros dos cuerpos llenos de sensaciones rebotando contra nuestro blindaje, iluminados por un rayo de sol.
Y cuando llegó el momento de levantar el telón, descubrimos nuestras almas y dejamos que hablaran hasta conseguir secar la lengua y hacer llorar los ojos. Cuando se cruzaron nuestras miradas se me enredaron los nervios en las costillas y acabaron explotando en el estómago como palomitas de maíz.
Solo contigo empiezo a improvisar, dejo que oigas lo que grita mi alma y yo provoco que tu pecho exclame hablando de mí.
Solo conmigo eres capaz de olvidar tu texto y dejar que tus sentimientos griten un te quiero que marca el ritmo de la escena, de la vida y de nuestro mundo.
Encajamos! somos los protagonistas de esta obra cómico-trágica y por eso nos volvimos un poco farsantes.
Poncho: (todavía con los ojos cerrados) le hablé a Christopher para decirle dónde estábamos Dulce: (se sobresaltó) creía que dormías...
Poncho:(abrió los ojos y suspiró) ojalá esto solo fuera una pesadilla
Poncho se levantó cabizbajo, caminó hacia el armario y sacó una camiseta. Dulce se levantó y se quedó observándole. Cuando Poncho terminó con la camiseta se quedó quieto mirándola fijamente. Poncho:Dios... veces parece que esto no va a acabar nunca Dulce: con "esto" te refieres a esta pelea interminable?
Poncho:y a esta distancia infranqueable...
Dulce bajó la mirada y eso por un momento desesperanzó a Poncho. Pero la idea de Dulce no era venirse abajo, miró hacia el suelo para marcar los pasos, para caminar con gracia y encanto hacia él. Poncho la veía acercarse nervioso y ella sabiendo lo que iba a hacer levantó la vista y dio los últimos pasos mirándole fijamente a los ojos. Procurando perderse en esos ojos verdes que tanto adoraba para que no la despistaran los fantasmas del pasado o los miedos de un futuro inquietante.
Dulce: (se detuvo a un palmo) qué distancia?
Poncho:(la rodeó con sus brazos y la estrechó contra él) ya no me acuerdo Dulce: (sonrió y se puso de puntillas) de besarme vas a acordarte?
Poncho subió una mano acariciando su espalda, su hombro y su cuello. Disfrutó del contacto de su piel tibia que respondía a sus caricias estremeciéndola. Dulce subió la mano por su brazo que la sujeta con fuerza, y perdió su mano entre su pelo húmedo y suave.
Poncho:(susurró) cierra los ojos
Ella le obedeció, Poncho se inclinó y buscó su cuello, la besó lentamente, disfrutando de cada centímetro de piel. Ella vibraba con cada uno de los roces de sus labios, su aliento caliente y agitado turbándole los sentidos y erizándole la piel. Poncho besó todo su rostro, sus mejillas, su frente, jugó con su nariz y mordisqueó sus orejas. Se detuvo unos segundos para mirarla, entregada a sus brazos, rendida ante él. Dulce entreabrió los ojos como extasiada y entonces él la besó. Fue un beso contundente y apasionado, firme y enérgico. Hacía demasiado que esperaba tenerla así y no iba a dejar pasar la oportunidad, quería que ella supiera que no iba a dejarla escapar, quería convencerla de su firmeza y de su verdad. Él no iba a rendirse, ella era su vida, iba a recuperarla.
Dora: (llamaron a la puerta) niño Alfonso?
Poncho la soltó con suavidad, Dulce abrió los ojos y se sonrieron con complicidad.
Poncho:(abrió la puerta) dígame Dora
Dora: Matías y Sebastián están abajo y preguntan por usted (Poncho miró el reloj) les dije que estaba durmiendo pero insistieron y usted sabe lo tercos que son esos chamacos…
Poncho:es que yo les dije que vinieran a esta hora (miró a Dulce) Dul, tengo que ayudarles… Dulce: voy contigo?
Poncho:no… quédate y ponte bonita (Dulce lo miró haciéndose la ofendida y él le agarró los cachetes) si se puede más… es que esta noche vamos a ir a un lugar especial, Dora te cuenta, ok? (Dulce asintió) Matías: (gritó desde abajo) Alfonso Herrera mueve tu trasero hasta aquí abajo!
Poncho agarró una camisa, le dijo algo a Dora al oído. Miró a Dulce desde la puerta y se sonrieron sin decir nada. Poncho:Dora, no lleguen tarde, quiero que esta noche empiece cuanto antes Dora se echó a reír y Poncho bajó corriendo.
Dulce: qué pasa esta noche?
Dora: hoy es el día más largo del año. Empieza el verano y lo celebramos haciendo una fiesta en honor al sol, dura hasta el amanecer. Mientras las mujeres se bañan en agua con pétalos de rosa y se ponen flores en el pelo y los hombres encienden las hogueras en las calles, junto a los riachuelos o en las cimas de las montañas. Es como si tomaran un pedacito de sol y lo mantuvieran vivo toda la noche hasta que de nuevo lo relevara el amanecer de mañana. Al atardecer del día de hoy la gente camina con antorchas desde sus casas hasta la plaza del pueblo y bailan toda la noche. Se divertirá mucho, ya lo verá, todo el pueblo está en la calle celebrando (miró hacia la ventana) atardecerá en menos de dos horas, así que no tenemos mucho tiempo... Dora le preparó un baño a Dulce y la ayudó a arreglarse. Escogieron un vestidito corto y blanco escotado por la espalda, con unas grandes flores rojas bordadas en seda en el cuello y al final de la espalda. Se puso unas botas camperas de piel oscura que tenían unas costuras plateadas, habían sido de la abuela de Poncho y le emocionó ponérselas. No dejaba de mirarse los pies mientras Dora la peinaba.
Dora: niña! ahora mire al espejo si? no quiero dejarle el recogido tuerto...
Dulce miró al espejo y Dora terminó. La peinó con el cabello levemente recogido hacia un lado. Dulce: (se levantó rápidamente) muchas gracias Dora! es una maravilla!
Dora: espere! falta lo más importante!

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