Con una condición

Extra

-Disculpe, Duque-

-¿Qué pasa?- dirigió su vista al mayordomo que aún seguía en la puerta.

-El Señor Andrew ha llegado-

-Dígale que pase-

-Sí, señor- cerró la puerta con sumo cuidado, no tuvo que esperar mucho tiempo para que los toques en la puerta se volvieran a escuchar- puede pasar-

-Buenos días, Duque de Grandchester-

-¿Usted es...?- preguntó sorprendido por lo joven que se veía la persona frente a él.

-William Albert Andrew, a sus órdenes-

-¿Es el padre adoptivo de esa niña?- preguntó con cierto desdén.

-Sí, lo soy-

-¿Y le han comentado lo que sucedió?-

-Sí, pasé por el colegio antes devenir aquí-

-Bien, tome asiento, esto ve a ser largo-

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-¿William?, ¿qué haces aquí?-

-Yo también me alegro de verla, tía- la saludó con ironía en su voz.

-Estoy feliz de verte, pero hasta donde George me dijo, no sabía de tu paradero-

-Regresé para arreglar lo que tu sobrina hizo-

-¿Quién?-

-Ahora ya no importa-

-No estoy entendiendo nada, William, explica bien lo que quieres decirme-

-Candy se metió en un problema, se vio involucrada con el hijo de Duque de Grandchester y casi la expulsan-

-¡Esa niña!, te dije que era un error que la adoptaras, la familia puede ser desprestigiada por su comportamiento, es mejor que te deshagas de ella-

-No lo haré, tía-

-¡Pero Albert!-

-Y tampoco creo que quieras que haga eso, no te gustaría deshacerte de la próxima Duquesa de Grandchester-

-¿Qué?- preguntó casi en un grito, provocando la risa en su sobrino- no estoy para juegos ni mentiras, esa niña sólo ha provocado problema tras problema-

-No es una mentira, cuando ellos terminen la escuela se hará el compromiso oficial y antes de que Terry herede el título, se llevará a cabo la boda, tía- sonrió- Candy será la futura Duquesa-

-¿Y cómo sabes eso?-

-Vengo de reunirme con el Duque, hablamos de algunas cosas, pero a grandes rasgos, ellos se casaran en unos años-

-Está bien-

-¿No quiere decir algo más, tía?- preguntó con burla, ella indignada se levantó del sofá y caminó a la puerta.

-De la realeza nunca hay que hablar de más-