Capítulo 9

132 25 18
                                    

Estaba teniendo una de las conversaciones con Marcos, que jamás creí que tendría. Desde que lo había conocido todo era raro e intrigante, no conocía nada de él ni de su hermano, apenas sabía lo que me habían contado los chicos acerca de sus padres, y lo que Marcos quería que yo supiera de él. Mi madre tampoco ayudaba en el tema, aveces le preguntaba sobre sus pasados, pero era en vano, siempre me cambiaba de conversación rápidamene. A si que aproveché este momento de más o menos buen humor, y le seguí preguntando discretamente.

-Entonces si no he entendido mal, tratas a la gente así para que no te cogan cariño y luego no te echen de menos...-Dije después de varios segundos, él me miró, parecía que no tenía ganas de seguir hablando del tema, pero a mi eso me daba igual, estaba descubriendo el verdadero carácter de Marcos, y no me iba a deterner fácilmente.

-Correcto.-Dijo secamente sin quitar sus ojos caramelo de la carretera.

-Me parece un poco raro, nunca había oído nada parecido. ¿Y por qué no te quedas?- Pregunté, y me arrepentí al instante, esa simple pregunta me hacía parecer que no quisiera que él se fuera. Por su sonrisa burlona y sincera, supe que él también había pensado lo mismo que yo.

-¿No quieres que me valla? Wow, creía que te caía mal.- Contestó, fui a decir algo sin sentido, pero me lo pensé dos veces antes para evitar meter la pata por segunda vez consecutiva.

-He formulado mal la pregunta, ¿Vale? Quería decir que porqué te tienes que ir. Y no me caes mal, tú quieres que me caigas mal, y no me gusta hacer lo que la gente quiera.- Espeté, él dejo de mirar la carretera para mirarme a mí, le había sorprendido mi respuesta-pregunta, lo sabía por el cambio de cara, frunció el ceño y seguido de esto las comisuras de su labio se elevaron para formar una perfecta sonrisa, enseñando a el universo sus alineados y blancos dientes. No pude evitar contagiarme de esa sonrisa, que desconocía el porqué de su existencia.

-¿Por qué te riés? Nunca sueles hacerlo, y para una vez que lo haces, quiero saber el motivo.- Dije seria.

-Tú, tú eres el motivo.-Dijo sin parar de reírse, mi cara se transformó completamente.

-¿Te estás riendo de mí?- Dije poniéndo cara de mal humor.

-En cierto modo, sí. Es que eres una especie de chica bipolar que nunca sé por donde va a salir.- Encogió los hombros y siguió mirando a la carretera, y claro está también siguió riéndose.

-¿Me lo estás diciendo en serio?¿Tú? ¿El chico que primero hace el vacío, luego insulta y luego me dice con quién debo o no hablar?- Antes de que pudiera contestarme, oímos a lo lejos unos gritos, Marcos instantáneamente paró el coche, un grito ahogado salió de lo más profundo de mi garganta, uno de esos que salen cuando te está dando un ataque de risa, y llega un momento en el que no puedes respirar. A la vez, nos asomamos por nuestras ventanillas, estábamos cerca de casa, a unas cuentas calles. Al asomarme no pude ver nada fuera de lo común, pero al contrario seguían retumbando eso gritos. Me empezé a poner nerviosa al no saber lo que pasaba, miré a Marcos y me devolvió la mirada, él parecía aún más nervioso que yo. No pude evitarlo y abrí la puerta del coche para averiguar por mí misma qué era lo que pasaba, Marcos también tomó la misma iniciativa. Cuando clavé mi pie en el frío y húmedo suelo, un dolor chispeante subió por mi pierna hasta ocupar cada centímetro de mi cuerpo, haciéndome flaquear por unos instantes, cuando recuperé el aliento y las fuerzas, el dolor se hizo controlable, a si que continué caminando hacia donde se escuchaban esos perturbadores gritos, o llantos, ya no sabía ni lo que eran. Entonces se oyeron con más claridad, nos miramos, al unísono supimos de donde procedían, en frente de la carretera habían varias casas de madera no muy viejas, era claramente en la del medio, sin duda.

INCIERTOWhere stories live. Discover now