¡¿Shun?!

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Continuación.

- No Nii-san, ya lo sabría si fuera una ilusión esto es real, mi cuerpo es real estoy seguro. - siguió aferrado a sus brazos - Tengo miedo Nii-San, y-yo... tengo mucha pena, me siento raro...
No quiero que los demás me vean así necesitamos volver a ver a esa mujer para que remueva el hechizo. -

-T-tranquilizate Shun, entiendo...
Lo siento es todo muy repentino, y yo no sé como reaccionar.-
Sudó un poco y evitó hacer contacto visual con su "pequeña hermana", le hacía sentir nervioso.
-Espérame un poco déjame pensar en que hacer debo analizar todo de manera correcta, lo mejor es que subas a tu habitación y trates de relajarte, no te preocupes Shun,yo siempre estaré contigo y yo lo arreglaré.-

-Nii-san... ¡deberíamos ir ahora mismo a ver a esa anciana estoy seguro de que ella tiene algo que ver!-
Se alteró nuevamente y se separó de su hermano.

-Shun.-
Le miro con tranquilidad.
-Debemos mantener la calma, recuerda que las cosas a las prisas no siempre salen bien.

Déjame pensar, solo mírate, ni siquiera tienes que vestir..., sé que estás desesperado y yo también, pero antes hay que tranquilizarse, trata de poner de tu parte...-

Shun solo se quedó mirándolo sin decir nada y corrió a su habitación.

-Oh vamos Shun...- intentó seguirlo pero sabía que también era necesario que estuviera solo.
-Ahh... - suspiró.
-vaya situación. -

No hizo más, se sirvió un vaso de agua, necesitaba refrescar su mente, todo esto le hacía doler la cabeza,solo prosigió a sentarse en el comedor para poder pensar.

Sin saber qué hacer exactamente , se llenaba cada vez más de pensamientos
¿Qué habría que hacer?
¿Qué estaba pasando?
Si bien Ikki se negaba a pensar en la posibilidad de que todo fuera obra de la anciana de la feria, tampoco podía descartarla.
Quería evitarse de ir de nuevo a ver a esa anciana, era absurdo.
Caballeros siendo engañados con magia
Que estúpido.

Los problemas aumentaban, ya no solo era como solucionarlo sino ¿cómo lidiar con Shun?
su pequeño hermano siempre fue mucho más delicado, inocente y quizá afeminado a comparación de los demás guerreros pero no era en absoluto lo mismo que tratar con una mujer.
Apenas y había podido estar con Esmeralda y eso era lo más cercano a conocer con una sobre una, el fénix no sabía nada de cómo sobrellevar la situación.

-Esto es un fastidio...- tomó un sorbo al vaso de agua que sujetaba en su mano derecha, poniendo la izquierda sobre su frente, frotando y jalando sus cabellos.

Seguían sus pensamientos.
Odiaba la idea de tener que recurrir a los demás caballeros de bronce, siempre trabajaba por su parte como un lobo solitario, resolviendo él solo sus propios problemas y además Shun quería evitarse de que alguien más lo supiera, pero esto se esfumaba pues sabía que solos no podrían lograr mucho.

Por otro lado Shun estaba mal,deprimido, confuso y asustado.
Quería que toda esta locura pasara, deseaba que fuera un sueño y despertara
No podía creer nada de todo lo que ocurría.

Estaba su habitación, se encontraba recargado en la cabecera de su cama,con sus piernas encogidas mientras abrazaba a estas con sus brazos, cubierto por su sábana de pies a cabeza.

-No lo entiendo ¿Qué fue lo que hice?-

Era un tormento,tenía peso extra en su pecho, sus senos eran grandes esto le causaba molestias, pues no podía moverse con normalidad sin que las aplastará o estas rebotaran, tan vergonzoso que era sentirlos, entre sus piernas había algo que también le causaba sentir vergüenza, y se apenaba de tan solo pensarlo, se sentía vulnerable, no quería ni siquiera mirar su propio cuerpo.

EncadenadosWhere stories live. Discover now