Parte # 4 "Problemas hormonales"

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Sinceramente creo que mi vida era más feliz cuando no era consciente de mi sentir hacia mi primo. Las veces que todos los primos nos reuníamos en casa de la abuela era incomodo y doloroso a su vez, pues al estar al tanto yo de mis sentimientos, me resultaba imposible estar tranquila en su presencia, los nervios me dominaban, no sabía que decirle; era muy feo cuando el relataba las citas que tenia con chicas, también decía como le gustaban las chicas (rubias, altas, delgadas, con ojos de color) y cuando mas dolió mi corazón fue al enterarme que además tenía sexo con ellas, en si era normal, sin embargo no evitaba mi dolor y mas al saber que yo no encajaba en sus gustos. A pesar de todo lo anterior, hubo un chispazo de felicidad en mi pecho porque ya volvíamos a platicar y convivir mas, claramente no íbamos a retomar nuestra relación de niños; nos hacíamos llamadas por celular, nos escribíamos mensajes, me platicaba de sus proyectos futuros, de su trabajo (repartiendo drogas)yo le decía que dejara eso porque no iba a salir bien parado de eso, el me dijo una vez: - Lo sé, en verdad lo sé... crees que lo hago así por nomas, claro que no... yo quiero lo mejor para mi hermanito Francisco...solo es mientras reúno dinero para mi carrera universitaria - su mirada era soñadora, se notaba su determinación, su amor hacia su hermano, lo seguía admirando, pero ahora no sabia si creer en lo que decía.

Pensaba  que mi corazón no iba a soportar más ese vacío por no ser correspondido y es que según mi mente infantil, lo único que impedía algo entre nosotros era nuestro parentesco, porque si no fuésemos primos, nos seguiríamos llevando bien, pese a que no soy de sus gustos, tendría altas posibilidades, ¿verdad? Y es aquí donde el mundo te vuelve a sorprender, tal vez para bien o no, aunque para mí fue devastador.

Una de mis primas, Samanta, dejo nuestro grupito porque tuvo diferencias con Mariana, así que nadie le hablaba, ni siquiera Axel, el cual en muy poco tiempo se volvió inseparable de ella. Así que un buen día, en una de las platicas "hazañas" que solía relatar mi querido primo nos dijo que Samanta era una ofrecida, lo dijo con mucho coraje y luego una sonrisa burlona surco sus labios agregando: - La vez de la fiesta del abuelo, cuando Mariana y Andrea fueron al baño, los demás estaban jugando futbol y nos dejaron a Samy y a mi aquí en la sala solos, ella me empezó a acariciar la pierna derecha, quería subir más y la deje, además se sentó en mis piernas y nos besamos, de hecho unos días después lo pasamos de lo lindo en mi casa- lo decía tan calmado y con un orgullo a su hombría; yo en cambio me negaba a creer que eso fuese verdad, el no sería capaz de algo así, el nos respetaba, Axel sabe que somos primos, debe estar bromeando, por otro lado, un rincón de mi mente gritaba que reaccionara, no es la primera vez que lo hará y que sería capaz de todo.


ACEPTADAWhere stories live. Discover now