Sé que no era verdadera felicidad.
Porque yo no sonreía.
Se me había olvidado.
O quizás nunca había aprendido.
Lo más parecido a eso era besarte.
Eso era mi sonrisa.
Sé que no era verdadera felicidad.
Porque yo no sonreía.
Se me había olvidado.
O quizás nunca había aprendido.
Lo más parecido a eso era besarte.
Eso era mi sonrisa.