Pieles y sucesos

Este es un escrito mas de tantos otros. Un respiro postergado por la inevitabilidad de las circunstancias. Si pudiera uno en el mismo instante que lo apabulla su propia inspiración volcarlo precipitadamente sobre el papel, para que el lector o la lectora, degustasen ese vómito puro e impoluto producto de las vorágines propias del alma humana. Definitivamente el producto seria tan áspero como las mismas entrañas humanas. Extirpado del interior de uno crudo, sin tratamientos, sin filtros. ¿Qué tantos filtros le hemos de añadir a nuestra realidad para poder digerirla? A fin de cuentas, el mentiroso mas grande de todo es nuestro receptáculo de información, que al procesarla y devolvernos una versión agradable (o mas difícilmente no) nos miente vilmente y no hay nada que podamos hacer para evitarlo. El vivir, el percibir, es aceptarse limitado por su percepción y ese filtro paradigmático impuesto inevitablemente para ser capaces de leer el mundo.

A pesar de todo, hay cosas que vale la pena percibir. Quizás la tristeza y la soledad sean cosas valoradas negativamente, pero hoy afirmo que son componentes fundamentales de la esencia humana. ¿Qué somos? ¿Si no desdichados? ¿Si no seres angustiosos caminantes y solitarios? Y esto no es necesariamente negativo. Forma parte de procesos de metamorfosis, tal como la oruga se convierte a través del dolor y del rompimiento y abandono de sus pieles anteriores, en algo mas bello, lo mismo sucede con nosotros.

Dejar ir al objeto de apego es reconocerse otro a uno mismo. Por eso, el duelo es fundamental. Dejar(se) ir, es aceptar que uno cambia pieles, y que evento a evento, uno es distinto del anterior. Aferrarse a una piel muerta y ya mudada es retrasar la marcha. Comprender que uno no es uno, sino parte de un todo que se mantiene en un equilibrio relativo y a la vez pretender ser una constante, es infantil e ingenuo. Uno debe aceptarse cambiante en una realidad inestable. Puesto que uno es "realidad" de manera que es intrínsecamente cambiante e inestable.

Hoy me siento significativamente distinta de lo que era hace algunos días. Esto es solo parte del proceso. Mañana seré otra, y pasado otra. Por algo dejo estos registros, breves memorias fotográficas de quien soy en este exacto momento. Considero que puedo dejar mayor información en un escrito que en una imagen, aunque tampoco iría nada mal. Esto no es mas que crecimiento constante. Por eso lo siento como cala dentro, como angustia. Es solo otro crecimiento mas, como tantos otros, es abandonar otra piel.

Abrazo a los sucesos que vendrán. Con la correspondiente melancolía y alegría. Es inevitable, después de todo. No me queda mas que rendirme ante ello.