"Episodio en un interrogatorio" por Anacarsis Rufio
Ante el apelativo, el detenido levantó la cabeza como había hecho tantas otras veces desde el comienzo del interrogatorio, aunque esta vez fue para hablar:
«Si pretenden sacar algo de mí, se equivocan de primera al llamarme 'espía'. Nada más ajeno a mi condición: yo no espío a nadie. La tarea del espía es traficar información. Muy al contrario, yo me ocupo de garantizar la realización satisfactoria de operaciones secretas. Puede que en el trabajo de los dos haya teléfonos desechables y que nos juguemos el cuero pero no les permito equiparar con tanta soltura la función del sobre con la de la mano que escribe la carta.
«Quemis palabras sean la prueba misma. Verán, antes de la guerra era profesor de literatura. Tras morir mi esposa en el bombardeo no tenía nada que perder. El partido resolvió revertir esa situación: me convirtieron en un agente confidencial».
Prosa semiautomática por Anna Solveig
En joda:
Dicen que si uno toma una de las ediciones originales de Último round de Cortázar (de esas con la hoja partida a la mitad) y empieza a plegar los "primer piso" y "planta baja" de determinada manera, puede llegar a formar una Kalashnikov de origami.
En serio:
La literatura jamás podría reemplazar unametralleta pero pocas armas tienen un poder de fuego tan grande como laspalabras.
"Una magia modesta" por A.R.
Sin advertirlo, Rita empezó a tener sueños premonitorios perfectos.
Por desgracia, era insoportablemente rutinaria y la costumbre de alzarse cada mañana a la misma hora le impedía recordar sus visiones, dejándole apenas un regusto de omnisciencia informe.
Una tardeentré en su vida, la hice reír, nos acostamos. Al despertarse, me agradeció poreste cuento.
"Sobre la ironía trágica" por Bruno Ponto
Si hoy día me tocara encontrarme con el autor de mis días (y no hablo de mis padres sino del autor de puño y Verbo, del guionista-demiurgo que ha escrito "hace esto" o "le pasa aquello" para que luego yo lo haga o lo enfrente) y me explicara con cariño que no puede anticiparme el curso de los hechos, creo que lo entendería.
Habría de entender que, de lo contrario, la trama entraría en una contradicción insalvable, todo tropezaría antes de dar el paso; el protagonista no puede saber su destino si quiere ser protagonista. Lejos está de mis intenciones el considerar aquí la existencia o nulidad del destino, sólo especulo que su ignorancia fuese condición sine qua non de su misma noción.
De aquí que las coincidencias y supersticiones sean abominables. Como dice D. en The Confidential Agent de G. Green: "Si viviéramos en un mundo que garantizara los finales felices, ¿cuánto tiempo tardaríamos en descubrirlo?".
En la historia de los grandes relatos, el punto de inflexión yace entre el helénico-románico y el cristiano. Mientras el conocimiento de los hados está vedado incluso a los dioses olímpicos, Jesucristo obedece un destino autoimpuesto. Y, con todo, la obsecuencia es parcial; su ingrediente humano lo hace dudar y caer tres veces mientras carga la cruz.
También por esto se entiende el peso de la sorpresa mostrada por los discípulos al enterarse de la resurrección. La Buena Nueva no es que Cristo se sacrificó y luego resucitó sino que se sacrificó y resucitó tal como lo había anunciado. Por paradójico que suene, el énfasis en la difusión de la resurrección no hace sino anclar el suicidio de Cristo a la realidad, dándole verosimilitud.
Ejercicios de elongación por A.S.
Al pico de la jornada – diez y pico-, huyedel pibe que pide pico, se refugia en el servicio del picadero. Le pica un picor; pica con un escarbadientes las muelas picadas que le devuelve el espejopicado.
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QueBesaSuMano, Boletín para volverse protagonista, N°9 (octubre de 2016)
Short StoryÍndice: "Episodio en un interrogatorio" por Anacarsis Rufio; "Prosa semiautomática" por Anna Solveig; "Una magia modesta" por A. R; "Sobre la ironía trágica" por Bruno Del Ponto; "Ejercicios de elongación" por A. S.