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Los pequeños cachorros corrían felices de arriba a abajo en los altos pastos después del divertido juego que les hizo su padre el alfa les había escondido pedacitos de carne en algunos lugares Para que sus crías aprendieran a usar su olfato todo ecepto el pequeño byeul que estaba jugando con la cola de su madre mientras que su papi le daba cariñitos

-t-taehyung cuidado con el pequeño- pronunció él omega mientras su alfa le lamía las orejitas causándole una sensación única

-lo sé kookie, no estoy moviendo mucho mi cuerpo- respondió el alfa y miro a su cachorro

El pequeño intentaba atrapar la cola del omega pero este se movía mucho por el cariño que le daba el alfa así que Byeul brincaba de un lado a otro intentado agarrarla

-deberías quedarte quieto para que el pequeño pueda jugar en paz amor- recalco el alfa

-p-pero tae..- un beso en su nariz lo dejó quieto

-tu y yo jugaremos en la noche-  susurró el alfa en el oído del omega lo que lo hizo temblar un poco.


Las horas pasaron y los pequeños se habían quedado dormidos el alfa los llevaba en su boca agarrándolos levemente del cuello mientras que él omega venía echo un lió pues sabía que llegando a casa y con los pequeños dormidos taehyung lo llevaría a la cama, llegaron a su lindo y cálido hogar y taehyung fue a dejar a sus pequeños en el nido comida y calientitos rodeado del olor de mamá y papá los pequeños soñaban con jugar y corretear todo el día.

-por que tan callado amor- preguntó taehyung acercándose  por detrás

-n-nada- respondió tartamudeando Jungkook una vez que sintió las manos de su pareja en su cintura

-sabes hace un tiempo que tú y yo no lo hacemos, y mi celo está muy cerca ¿me ayudarías?-  taehyung no era tonteo y conocía cada uno de los puntos débiles del omega sobre todo los lugares que despertaban sus deseos más eroticos en la cama

-t-taehyung...los niños nos van a escuchar- quiso decir en su defensa

-lo aremos en la otra habitación-  contestó taehyung mientras se frotaba contra el

Después de buscar muchos peros ni el mismo sabía como había terminado en la cama debajo de aquel alfa que repartía besos en todo su pecho y cuello haciéndole gemir, fundir piel con piel era lo que más querían los dos desde hace tiempo ansiaban volver a sentir el calor dentro de cada uno, llegar hasta el cielo con sus caricias y beber del otro lo prohibido. Los besos empezaron a subir de nivel poco a poco se fueron despojando de sus prendas admirando lo que era el uno y el otro.

-n-no me veas así-  contesto Jungkook y cubrió su cuerpo

-pero kookie- dijo taehyung

-y-yo de verdad no creo que te guste lo que vas a ver-

-¿cómo estás tan seguro de eso?-

-es que tae tae, mi piel está algo maltratada y aún no se me quitan las estrías-

-y eso que importa, para mi sigues y serás siendo hermoso, yo sé que estás así por que traías a nuestros pequeños dentro- comfeso taehyung

-p-pero los demás omegas son delgados-

-y eso que me importa, el único que es mi omega eres tu y siempre vas a ser tu-

ambos unieron sus labios nuevamente en señal de que se aceptaban mutuamente, taehyung sabía que jungkook había empezado a ocultar su cuerpo pero no le importaba; el amaba cada centímetro de su pequeño kookie y estaba seguro que esta noche lo aria gemir su nombre.

Metió dos de sus dedos en el interior del omega quien soltó un leve jadeo tenían tiempo sin hacerlo; sin sentir el calor explícito que emanaba cada uno cuando llegaban al orgasmo, el alfa movió sus dedos en círculos explorando cada rincón del interior de su omega.

-a-alfa ahh~- gimoteó el pequeño omega

-si kookie-  respondió con picardía el mayor

-te necesito...te quiero dentro ya alfa- suplico él omega

Al escucharlo taehyung sacó sus dedos y metió la mitad de su gran falo de alfa dentro de su Preciado tesoro, extrañaban esa sensación jungkook ser llenado por su querido alfa, que lo hiciera gemir hasta que no se ingiera más sus piernas y taehyung el echo de sentir el apretado cuerpo de su omega envolverlo.

La noche fue muy corta para ambos la cama había quedado de lado por las fuertes embestidas del alfa que ahora tenía escrito en la espalda el placer que su omega resivio, las pequeñas uñas del omega que se aferraba a él una vez que llegó al coito, manchas de semen, almohadas rotas y dos corazones que ahora se recuperaban del cansancio físico que se habían entregado mutuamente. Sin duda una gran noche para ambos amantes que volvían a sentirse como la primera vez

Destinado a ser tu omega 2.0 (los hijos del ying y el yang) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora