-Denisse-

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Hoy amaneció lloviendo. Las vibraciones que el pavimento de la carretera provocaba en la coraza de aluminio del auto (desde cuyo asiento izquierdo, miraba a través de la ventana), recorrían mi cuerpo entero. Me sentía temeroso y hastiado de una inexplicable incertidumbre que se desbordaba en mis paredes intestinales y se exhalaba en un preámbulo nauseabundo. ¿Qué sucede? Me pregunté. Unos trémulos dedos comenzaron a danzar cíclicamente, inervados por una muñeca que no seguía mis órdenes, un cúmulo de gotas saladas se concentraban calientes sobre mi frente y recorrían frías mis mejillas, un retumbar incontrolable se fugaba por mi pecho y mi garganta parecía vaciarse de aire y jadear en consecuencia. La lluvia recorría incesante los vidrios del vehículo mientras el motor de la infernal maquina se alcanzaba a escuchar cada vez más acelerado. Mi cabeza se sacudió, las venas en mis sienes comenzaron a palpitar enérgicamente y mi vaho se enfrío terriblemente. Un charco flotante de hilvanares sanguinolentos se alzó sobre mis cabellos y una gotera escarlata comenzó a brotar de mis fosas nasales. ¿Qué sucedió? Me pregunté... Tan sólo recuerdo la lluvia de la mañana.

Denisse es (indubitablemente y de certeza axiomática) la mujer más hermosa en el universo. Si, desde las nebulosas calientes, las partículas estelares y las reacciones gaseosas en el vacío, jamás se ha visto nada igual; desde los relucientes colores de la aurora boreal hasta los anillos que ciñen Saturno, la escultura marmoleada que la joven y etérea mujer expresa, es envidiable por los antiguos maestros helénicos y los descollantes prodigios venecianos... es una silueta de características sacras y soberbias, una exhibición de la más sublime anatomía ontogenética, una de las paletas en óleo más excepcionales, una materia que sobrepasa cualquier expectativa que la belleza podría entender por sí misma... Es, como mencione, la mujer más hermosa en el universo. No importa a donde mire, que piense, crea o pretenda saber... siempre se resume todo en la divina expresión de Denisse; como si sus acaramelados ojos poseyeran ocultos las respuestas absolutas y los quehaceres de la existencia entre sus miles de fibras otoñales; como si sus aperlados dientes, que abren camino a una melodiosa y tersa risa, pudieran pronunciar linguales las verdades que nuestros oídos mundanos no deben escuchar; como si su lánguida y aterciopelada piel orquestara subrepticia la inmaculada danza que exhibe al cosmos al desnudo y sin sospechas... Denisse existe y por tal, el mundo coexiste con ella; la historia sucede y la naturaleza se descubre de sus enigmas, los humanos viven y mueren y los eventos que tienen lugar en el planeta son perpetrados y enclaustrados en correlaciones verbales o en observaciones y testimonios sensoriales... Pero ninguno engloba a Denisse, por el contrario, suceden en torno a Denisse, quiero decir, que de alguna forma (y no pretendo contar con la incuestionable verdad, sin embargo, es lo que puedo describir desde lo que conozco), es ella quien moldea la realidad y dota a la existencia de esa cualidad presente en la que todo puede ser comprendido. Esa es Denisse y es su eterna magnificencia, aquello que moviliza el universo entero. Mi universo entero.

Si hoy muriese, diría que moriría feliz, pues tuve la gracia de conocerla y si ella muriese, viviría siempre, intentando con cada átomo vital que componen mi desgraciado ser, honrarla en vida y probarle al campesino lo que significó la vida suya en la existencia humana. Me pregunto mientras el tiempo se desliza incesante sobre mis párpados, ¿qué será lo que este majestuoso espécimen debe estar haciendo? ¿sabrá ella lo qué significa, en realidad? Probablemente no, pues ella es sin duda modesta, empero, sé que en sus entrañas lo conoce. Puedo probarlo. La vida y el propósito carecen de sentido para la óptica de Denisse, ella entiende que la vida por sí sola, no puede explicarse o justificarse con una explicación terrenal, sabe que esas empresas no están construidas para el entendimiento humano; ella es una sonámbula que contempla la majestuosidad pura de la noche, quien comprende el significado de las estrellas y el calor solar que nos abraza en las tardes, quien puede percibir el céfiro entre la tela de sus ropajes en la tormenta, quien comprende el significado vital desde un atezado escarabajo subterráneo, hasta la mujer que en su vientre carga la siguiente generación descendiente de sus genes, quien no desperdicia su vida buscando verdades relativas (en lugar de eso, ella se dedica a la vida misma), quien aprecia el hecho de que podamos reconocer colores, sentir texturas, escuchar armonías, aspirar aromas y testear gustos, ella valora el poder de la lengua y el sentido del conocimiento, ella acepta las nociones históricas del mundo, las reglas que por física rigen nuestros mundos, las determinaciones biológicas y la dinámica constitutiva del tejido universal, ella comprende y vive, ella disfruta y siente, ella comparte y enseña, ella es. Y se llama Denisse.

Ella me hizo comprender, pero yo me mostré negligente, yo sigo empeñado en verdades irresolubles, esperanzado por trascender en el absurdo. Para mí, la incoherencia es aquello que existe y que da estructura al mundo, pero ella me mostró que las instituciones que nos permiten la vida, son para que los aprovechemos no para que desperdiciemos el tiempo y eso es algo que no puedo negar... He pecado, he traicionado los principios que Denisse me ha mostrado, he escondido su sonrisa y aplastado sus enseñanzas... Pero sólo de mis errores puedo aprender. Denisse es la mujer más hermosa que existe y por tal, la amo. La amo por tantas cosas que representa para mí y por todo lo que significa en realidad. Esa pequeña mujercita de cabellos negros, labios gruesos y ojos enormes es la persona que me inspira a vivir y a no dejarme abrumar por el absurdo. Es quien me ha mostrado qué es vivir. Quiero agradecerle, pues sé que jamás podré retribuirle tanto que ella ha hecho por mí. Gracias por la confianza que tienes en mí, por creer siempre en mí, por hacerme mejor ser humano cada día, por atreverte a criticar mis errores, por tolerar mis equivocaciones, por compartir tu vida conmigo, por permanecer firme, por ser fuerte, por inspirar a los demás, por defender en lo que crees, por tus besos, por tus abrazos, por tu cariño, por tu amor, por tus palabras de aliento, por las veces que has tenido que tragarte mis lágrimas o mis cóleras, por tus cuidados melifluos, por tu arte culinario, por tu arte expresivo, por mostrarme tus emociones, por obligarme a superarme, por no ignorarme, por intentar comprender mi caótico punto de vista, por tus canciones, por tus risas, por tus opiniones, por tu valentía, por tu coraje, por tu honor, por tus valores, por tu ética, por tus pasiones, por tu existencia, por tu familia, por nuestras mascotas, por nuestro hogar, por tus regalos, por tus sorpresas, por tus desilusiones, por tus melancolías, por tus ganas de salir adelante, por enseñarme tanto y por jamás irte a pesar de las adversidades. Gracias por todo.

Hoy amaneció lloviendo y el auto en el que iba por la carretera se estrelló. Hoy no sé si pierda la vitalidad, hoy podría continuar notando que las gotas de agua siguen su curso sin importar nada... pero no, hoy sólo puedo ver el rostro de Denisse danzando entre la lluvia, contenta, esperanzada, sin miedo a nada. Hoy he decidido vivir. Y todo por ella. Gracias, Denisse... te amo.

Ahora puedo dormir en paz.

DenisseWhere stories live. Discover now