Do not fear

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Y pues aquí estamos con la segunda actividad <3 Estuve leyendo mucho de Crowley y Aziraphale siendo niños en el grupo de FB del fandom en Latino. Eran post muy tiernos, así que quise hacer mi propia versión.

Espero que a todos les guste <3

Disclaimer: Good Omens le pertenece a Neil Gaiman, Terry Pratchett y Amazon Prime.

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Mamá no estaba en casa.

A pesar de que hacía más de una hora que se había ido, con la promesa de ser solo un momento, aún no llegaba. Crowley sólo se asomaba desde la ventana que daba al pasillo, esperanzado que en cualquier minuto pudiera ver su cabello corto y ceño fruncido. Pero los minutos pasaban, y las caricaturas ya no podían mantenerlo en calma.

Un enorme trueno volvió a resonar por el cielo nocturno, y el pelirrojo saltó en su lugar, demasiado nervioso para permanecer en su lugar. Tragó en seco y observó como las nubes habían cubierto por completo las estrellas.

Pocos minutos después de que su madre se fue, la lluvia empeoró. Pasó de ser una ligera brisa, a un temporal que removía con fuerza los árboles frente al edificio. A Crowley no le gustaban los truenos, lo hacían temblar de pies a cabeza. Mamá usualmente le daba algo rico de cenar, para que "no la molestara", y le dejaba dormir en su habitación, viendo alguna película.

Pero ahora estaba solo... Y no sabía qué hacer.

No podrían culpar a su mamá por dejarlo solo. No lo hacía seguido, porque este apenas y tenía seis años. Solo cuando tenía una urgencia, y no tardaba demasiado. Era una madre soltera, ese tipo de problemas eran comunes. Crowley no se sentía falto de atención. Estaba acostumbrado que ella fuera seria, algo amargada, pero sabía cómo controlarlo, y si trabajaba tanto, era porque lo quería, ¿No?

Quería ver a mamá...

Otro trueno, tan alto que sintió su alrededor retumbar, lo hizo gritar y cerrar los ojos. Repentinamente la televisión dejó de sonar. Cuando volvió a abrir sus ojos dorados, se encontró con que no había electricidad. Todo lo que tenía era la escaza luz que llegaba de la calle, por la ventana.

No lo soportó más. Apretó un poco sus labios, y finalmente las lágrimas comenzaron a salir, recorriendo sus mejillas y mojando su camiseta negra. Trató de limpiarlas, pero seguían cayendo y cayendo. Se sentó correctamente en la silla que había acercado a la ventana, y gimoteando, se encogió sobre sí mismo, aterrado, asustado.

– M-mami... – Murmuró. Beel seguramente lo regañaría por llorar por algo tan tonto si estuviera aquí... No le importaba. Sólo quería que estuviera aquí. – Mami... –encogiéndose más y más. Tratando de fingir que no estaba solo, en una tormenta, en la oscuridad...

Un trueno más. Crowley sollozó con fuerza, pasando sus manos a sus orejas, apretándolas, tratando de no escuchar, pero no era suficiente. Hipeó y apretó más, y más su ceño. Las tormentas eran horribles. Las odiaba. Las odiaba. Las odiaba.

Tuck tuck.

Un sonido suave y extraño lo hizo soltar un poco sos orejas.

Tuck tuck.

La segunda vez, supo de dónde venía. La ventana. Volteó lentamente, esperando no encontrar a un monstruo aterrador en el pasillo, como en esas películas de terror que mamá veía.

FireflyWhere stories live. Discover now