Ineffable Husbands Are the type...

XIV

Crowley solía ser una persona que irradiaba amor, cariño, respeto y serenidad allá por donde fuera.

En aquellos tiempos, el había comprendido lo interesante que era ir al Edén y curiosear en la construcción de este y a parte de curiosear, sentirse como si tuviera un segundo hogar .

A menudo, bajaba cuando nadie le necesitaba para practicar su transformación en una serpiente Blanca y con dorados ojos.

Con el tiempo, las transformaciones fueron dejando en el ciertos rasgos, solo perceptibles si se estaba a corta distancia.

Entonces, un día perdió todo su esplendor, ya no había amor y cariño para nadie, nadie sentía espero hacía él; todo le dolía... Incluso el mero hecho de escuchar aquel nombre le hervía.

Y sus dorados ojos se conviertieron en el brillante color amarillo, con los rasgos iguales a los de una serpiente.

Dejó de ser aquella belleza blanca de ojos dorados para terminar siendo aquel aterrador ser negro y rojizo.

Crawly era un buen nombre, al menos lo sería por un tiempo, hasta que encontrará al mejor con lo que se pudiera identificar.

Crowley ... Es un nombre que le recuerda que ya no es lo que solía ser, tampoco en lo que se convirtió.

Sus ojos le recuerdan siempre todo, un recordatorio amargo de su antes y su yo de ahora.

Empezó a odiar sus serpenteantes ojos y tras tantas desgracias, decidió ocultarlos de todos.

Y llegó Aziraphael, con su cariño y respeto hacia todos a su manera; y dijo algo que nunca le habían dicho, y dejó de odiar tanto sus ojos, pies sabía que había alguien que siempre los miraría, por muy aterradores y espeluznantes que pudieran llegar a ser.

Porque el decía: “La belleza es un complejo subjetivo... Tus ojos son únicos, Crowley, no porque puedan dar miedo o porque sean de una serpiente, sino porque nadie puede compararse con la belleza y la vida que portan, y porque muestran el alma de alguien que aprecio mucho ... Conmigo no tienes que ocultarte, te quiero tal y como eres, Crowley.”