capítulo 21

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-¡Fuiste tú! Tú fuiste el que me puso un drapo en la cara! Oh dios mío -Digo llevándome una mano a la boca.

-Por favor, cálmate, siempre estamos igual. -Me dice haciendo gestos con las manos para calmarme. Pero eso no funciona. Estoy alterada como cualquiera lo estaría si descubriera que su... su qué?

¿Qué era Niall para mí? No éramos nada. Técnicamente no, pero sin embargo era como si fuésemos pareja.

-¿Tú... t-tú me quieres? - Le dije tartamudeando como cada vez que me ponía muy nerviosa. Esa pregunta lo sorprendió, hasta a mi me sorprendió, pero tenía la mala costumbre de hablar antes de pensar y ahora, lo dicho, dicho estaba.

-¿A qué viene esto? -Preguntó finalmente frunciendo el ceño.

-Responde -Le dije seria y firme. Aun no habían cesado mis lágrimas, pero ya no sollozaba.

-Dime, ¿por qué llamó la policía a tu móbil? -Dije enfrentándolo-

Silencio

-¿Niall, quién eres? -Dije volviendo a sollozar, esta vez me senté en el suelo acurrucada y con mis piernas en el pecho, mi cabeza entre ellas y mis brazos envolviéndolas.- ¿por qué no puedes ser un chico normal? ¿Por qué nunca podremos ser una familia? Por favor Niall, si me quieres, cuéntame tus secretos. -No era ciega, podía ver que Niall siempre andaba con la cabeza en otro sitio, a veces recibía llamadas que no me dejaba escuchar por nada y se iba a "tomar el aire". Esa noche que vinieron sus amigos, él llegó muy tarde, y la llamada del policía fue la gota que colmó el vaso. Puedo parecer acosadora al querer saber cada detalle de su vida, sin excepciones, pero no me entendéis, yo nunca he querido a un chico así,  ahora es muy diferente a las otras veces, no quiero a Niall, lo aprecio, y me gustaría que un día llegara a enamorarme, pero aun no lo ha hecho. Alguna vez he llegado a creer que realmente lo quería, pero es solo una sensación de vacío que quiero llenar con cualquiera aun sabiendo que si no es el adecuado no me satisfacerá del todo, además luego viene él y me convence de que ni lo quiero, ni debo quererlo, es como una droga para mí, mi propia marca de heroína. Te engancha, y va acabando lentamente contigo hasta que ya no te queda nada. -¿No confías en mi? -Dije levantando la cabeza.

-No te lo puedo decir. -Dijo agachando la cabeza.

-Lo sabía, tu nunca me quisiste-

-No es eso... -dijo con clara tristeza en sus ojos- esque... ¿sabes? -su gesto cambió radicalmente a uno serio y neutro, no mostraba simpatía, pero tampoco enojo, o tristeza, simplemente.. su rostro- creo que me he precipitado diciendo que te quiero, eres una cualquiera, solo eres mi compañera de casa, solo te decía todo eso para engañarte y que vinieras a mi, como lo hiciste, solo te utilicé...

Eso realmente llegó en mi más profundo ser, prometí nunca volver a enamorarme, y sin embargo, aquí estaba yo, sufriendo por un chico... de nuevo. Pero esta vez era el mismo diablo el que me tenía presa, ya que me había cautivado con eses ojos azul marino que me miraban al decir te quiero, esos labios que cuando pronunciaban esas palabras que tanto me gustaban y me hacían sentir bien yo besaba, su pelo, el cual le repetía una y otra vez que no hacía falta que se tiñiera ya que para mi era perfecto tal y como era. Yo adoraba todo lo que él más odiaba de su cuerpo, y aunque él lo negara, yo sé, que él también me había querido.

criminal love (Enamorada de un dulce irlandés) (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora