✦ ֶָ֪ׄ

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Había pasado una semana desde la última vez que Namjoon vió a Seokjin, el rubio no se hubiera imaginado que literalmente no volvería a verlo.

¿Será que Seokjin lo evitaba a toda costa? ¿Había estado faltando a clases? ¿Obtuvo la capa de invisibilidad de Harry Potter? No lo sabía, pero era viernes y tendría que averiguarlo de una vez por todas o podría jurar que se volvería loco.

—Entonces... ¿Irás a su casa?— Preguntó Hoseok caminando a su lado, el pelinegro no entendía que tenía en mente su mejor amigo.

—Iría, pero no tengo idea de dónde vive, solo sé dónde está la casa de verano de sus padres, pero eso está a horas de aquí y ellos ni siquiera deben estar ahí a estás alturas

—Namjoon... ¿Ese no es el auto de-

—¡Seokjin!— El rubio subió desesperado a su bicicleta, casi se cae al querer ponerse el casco y pedalear al mismo tiempo.

—Namjoon, cálmate, no creo que lo alcances— Hoseok intentó parar a su amigo, ya que el auto había arrancado y se alejaba con bastante velocidad de la universidad.

El nombrado ni escuchó los gritos de su mejor amigo de fondo, solo comenzó a pedalear como si no hubiera un mañana, debía hablar con Seokjin.

Por otro lado, Seokjin había ido a buscar sus tareas ya que había pedido estudiar lo que quedaba del año en su casa, solo tenía que presentarse a la escuela para los exámenes y entregar todos los trabajos, era su último año y eso no le era permitido a cualquiera, pero el padre de Seokjin tenía dinero y hacía grandes donaciones a la universidad. Los beneficios del castaño estaban totalmente asegurados, así que no hubo problema en que Seokjin terminara sus estudios desde su casa.

Estaba tranquilamente conduciendo a su departamento hasta que algo apareció en su espejo retrovisor, alguien en bicicleta se acercaba a gran velocidad.

—Un moment- ¡¿Namjoon?!— el castaño se arrimó a una vereda y frenó casi de golpe.

Por atrás venía el rubio, que apenas vió el auto estacionar intentó frenar, fracasó de gran manera, ya que la bicicleta no tenía frenos y sus pies no eran lo suficiente fuertes como para frenar de golpe.

Namjoon terminó chocando la bicicleta contra la parte trasera del auto de Seokjin y cayó directamente al suelo.

—¡Mierda!— exclamó una vez sintió sus codos raspar contra la calle.

—¡Dios mío! ¡Joonnie! ¿Te encuentras bien?— el castaño bajó completamente asustado del auto, sacando su teléfono del bolsillo para llamar a una ambulancia— Tranquilo, llamaré a emergencias, no te preocupes.

—¡No! No fue tan grave, solo raspé mis codos, estoy bien— ignorando el dolor que sentía en casi todo su cuerpo, se levantó y sonrió al ver nuevamente la cara del mayor— no sabes lo que te extrañé, quería verte.

—¿Me seguiste en bicicleta como loco solo porque querías verme? ¿Acaso estás demente? Dios, sube al auto, te llevaré a mi departamento para limpiar tus heridas.

—Pero- mi bicicleta...

—No lo sé, asegurarla con la cadena en ese poste, luego te traigo por ella, quiero hablar contigo también— Namjoon lo pensó un poco pero cedió a la opción, hablar con Seokjin era más importante que su bicicleta ahora mismo.

Ambos se subieron al vehículo y el mayor condujo tranquilamente hacia su departamento, el viaje fue en un silencio, ambos agradecían que no era uno incómodo.

(...)

Una vez entraron al departamento, Seokjin le señaló el sofá a Namjoon para que se pusiera cómodo, y no tardó en quitarse su abrigo y buscar el botiquín de primeros auxilios para limpiar sus heridas.

1 WEEKEND 南津 [Namjin]Where stories live. Discover now