El Borracho.

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(Esto es una continuación del capítulo 12 de "Principito", pero en vez de contar la historia de este personaje, contaré la del borracho, el personaje secundario que aparece en el capítulo)

 Cuando el pequeño niño de cabellos dorados se fue de aquel triste planeta, el silencio reinó por completo durante un largo rato, en el que el único habitante que quedaba allí  siguió bebiendo y bebiendo hasta que no quedó alcohol.

Se levantó de la silla en la que estaba sentado y, con la última botella que le quedaba, fue a buscar más bebida con la que olvidarse de sus problemas. Se bebió hasta la última gota que quedaba y la tiró sin mirar dónde.

Caminó durante rato sin rumbo,  con la cabeza en otro mundo. No pensaba en nada; la borrachera no se lo permitía; pero en el fondo de todo aquel ser deprimido e inconsciente, estaba escondido un verdadero filósofo, que nunca desperdiciaba un solo momento de su vida. 

Ya era media noche. No sabía cuanto había caminado ni hasta donde había llegado, pero el llevar horas sin descanso ni alcohol le estaba empezando a afectar.
Sus pupilas estaban realmente dilatadas y su cabeza era un mar de gritos y desgarros que sólo él podía escuchar.

En ese momento se dio cuenta de que era lo que le sucedía.

¿Una resaca?

Nunca había tenido una resaca, debido a que no se daba el tiempo de estar sobrio ni un solo segundo.

Estar sobrio era un horror, pues recordaba todo lo que había bebido y se avergonzaba de seguir vivo.

Angustiado, su pequeño lado cuerdo, que hacía años había dejado atrás, empezó a intentar escapar de las entrañas del borracho. Quería recuperar el cuerpo que antaño había sido de su propiedad; pero la parte irracional de todo ser humano, que era la que ahora mismo manejaba el cuerpo, empezó a correr desesperadamente hacia la nada.

Llámalo casualidad o destino, se encontró con el mayor tesoro de bebidas alcoholicas que puede existir.

Miles, o incluso millones de botellas llenas de diferentes tipos de bebidas,  cada cual más peligrosa y dañina para cualquier ser vivo, estaban allí, sin protección alguna.

A pesar de los intentos del filósofo de huir de allí, terminó apagándose por completo y dejándose llevar por las atrocidades del alcohol. Le daba demasiada vergüenza admitir que se había rendido, y siguió bebiendo y bebiendo hasta su muerte.




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⏰ Last updated: Jan 23, 2019 ⏰

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El bebedorWhere stories live. Discover now