Capítulo 41

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Narrado desde el punto de vista de Rubius.

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El día había sido relativamente tranquilo, y más después del suceso en el baño, ver a Mangel desnudo era algo que deseaba desde hace mucho tiempo, pero no era buena idea en las circunstancias en las que estábamos... Igualmente, no me esperaba para nada esta situación: Mangel, encima de mí, en mi cama, bueno, en mi cama noruega, y lo peor es que yo no quería separarlo de mí... por nada del mundo.

-Mangel...

Sus besos empezaban a recorrer mi cuello y los escalofríos corrían por mi cuerpo sin marcha atrás, tantos recuerdos... tantos sentimientos...

-Mangel...

Luego subió a mis labios y no pude evitar corresponderle, besándole, jugando con mi lengua, cogiendo su aroma, todo él, joder, como lo había echado de menos.

-Mangel...

Y de nuevo me besó por la cara, luego bajó a mi cuello y estando entre gemidos y movimientos excitados, algo pasó.

-¿Mangel?

Le levanté la cara para mirarlo y tenía los ojos cerraditos y estaba empezando a roncar. Dormido. Mangel. Se. Había. Dormido. Mientras. Vale, tranquilo, no pasa nada, está cansado, ha bebido, es normal, demasiadas cosas, además, ¿qué íbamos a hacer? Se supone que él está con Alexby, yo con mi pareja imaginaria y todos somos felices, unicornios y cosas rosas.

Miré a Mangel una vez más encima de mí, lo iba a apartar para tumbarlo bien y me agarró fuerte de la cintura para no soltarme.

-No... no... -dijo entre sueños para volver a roncar.

No pude evitar sonreír, no podía enfadarme con él... demasiado tiempo separados, necesitaba recuperar todo eso... Le quiero, le quiero, y no podría negarlo...

-Buenas noches... Mangel...

Cuando abrí los ojos tenía la jodida mirada de un gilipollas en toda mi puta cara, así que no pude evitar pegar un brinco acompañado de lo que yo llamo sonido con volúmenes altos, o lo que es lo mismo, un grito.

-JODER, MANGEL, HIJO DE PUTA –dije desde el suelo al haberme caído de la cama del susto.

-Buenoh díah –dijo con una sonrisa- hemos dormido juntos...

-Eh... sí... sí... -HEMOS DORMIDO JUNTOS. SÍ.

-¿Pasó algo?

Ni se acuerda... no sé cómo tomármelo... creía que no estaba tan borracho...

-No, no, no pasó nada...

-Tu tía ha llamado hace un rato, está el desayuno y quiere que abramoh loh regaloh...

-Oh, no me acordaba de que era navidad, jajaaaaaaaaaa

-JAJAAAAAAAAAAAA

Parecíamos dos retrasados, pero esta clase de cosas me sacaba una sonrisa que ninguna otra persona o cosa me podía sacar. Nos vestimos cada uno de espaldas al otro, aunque sin poder evitar mirar por el rabillo del ojo aquella espalda que me volvía loco. Bajamos las escaleras y ya estaba mi tía diciendo que éramos unos dormilones, que ya iba siendo hora. Seguramente la pobre mujer nos estaba esperando para abrir los regalos y ya estaba hasta el mismísimo... aunque esa era la gracia, levantarse tarde el día de los regalos, desayunar tranquilo, y luego, abrir uno a uno con toda la lentitud posible para hacer que tu tía acabe de los nervios... pero bueno, esos días quedaron atrás, eso lo hacía cuando era un crío... claro... a no seeeer...

-¿Podría darme una pastilla? –preguntó Mangel a mi tía, seguramente la resaca era su posible dolor de cabeza, así que una pastilla no ayudaría mucho...

-Si lo que tienes es resaca... come y tómate el café, que te ayudará... Ahí tenéis el desayuno –dijo señalándonos la mesa, luego mi tía me miró a mí directamente- y tú, más te vale que comas rápido, me acuerdo de la última navidad que estuviste aquí.

-¿Qué pasó? –se atrevió a preguntar Mangel mientras nos sentábamos.

-Bueno... a tu... amiguito le gusta hacerse el gracioso, así que cuando era pequeño solía tardar todo el tiempo del mundo por desesperarme para abrir los regalos... No está bien abrir los regalos sin todos los de la familia, así que nos gusta esperar siempre, pero Rubén...

-Solo como despacio porque sino me atraganto, y no queremos que nadie muera el día de navidad, es un día de alegría, y felicidad... aunque esto haya sonado como una canción de navidad española no era mi intención.

Mi tía y Mangel se rieron y procedimos a desayunar, o me comía todo rápido, o mi tía seguramente empezaría a contarle cosas a Mangel de cuando era pequeño y demás. Cuando terminamos nos fuimos al salón y nos sentamos en el sofá, primero mi abuelo se puso a dar regalos a mi tía y yo me quedé sentado al lado de Mangel.

-Tengo algo para ti...

Y ojalá pudiese decir que soy yo...

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Este Capítulo fue publicado el 26/05/14 en

http://mangelandrubiusislove.tumblr.com/

Mangel & Rubius is Love [Segunda Temporada]Where stories live. Discover now