Hoy toca volverte eterno, tanto lo mereces que escribir de ti, se me hace poco. Es noche de poesía y en poesía se convierte la noche cuando hablamos, hay poesía en nuestras llamadas, en las risas a través del teléfono, también lo hay en la sencillez en que dices que me amas.
No cambiaría absolutamente nada de ti, nos complementamos tan bien, que los tornillos que te faltan a mí me sobran y viceversa. Te amo y a pesar de que hay veces que no hablamos por días, cuando lo hacemos sigo sintiendo lo mismo, tú me provocas las mismas catarsis de siempre.
Hoy es noche de poesía y poesía llamo a escuchar tu voz sin quebrarme, porque tú me construyes, aunque mi alma se vuelva polvo, aquí seguiré a tu lado, porque me recuerdas que puedo cambiar, que puedo ser mejor, que puedo ser poesía y poeta, que puedo ser arte que crea más arte.
Y siendo sincera más poesía que tú es difícil de hallar o hasta imposible, no importa cuánto me aventuree en esta oscura noche, vuelvo a caer en la idea de que hacerte eterno es escribirte tontos y profundos sentimientos, intentando seducirte con mis palabras que dictan lo hermoso que me pareces.
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