33.《La carta》

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Hola chico del camión.

Se que ahora mismo estarás tipo ¡demonios! ¿qué es esta mierda?.

Pero primero,  déjame contactarte una historia:

Era el primer año de secundaria, un chico subió al camión para ir a la escuela y encontró a un chico de ojos azules como el cielo al final del camión. Era realmente hermoso, era perfecto,  pero el chico era realmente tímido como para hablarlo, y así estuvo dos años guardando sus sentimientos hacía él, por miedo. Pero por obra del destino en su último año ambos tuvieron más de dos clases juntos ¡que genial! ¿verdad? hasta ahí todo bien ¿verdad? Pues ahora va la mejor parte.

Este chico que pensaba que su vida era una mierda.

Su mamá murió años atrás y después de eso su papá se volvio alcohólico.

Su papá salía siempre para Navidad y Año Nuevo, dejando a su hijo solo en las festividades decembrinas, pero este año cambió,  se quedó.

Él le hizo un regalo a su hijo (como él le decía), él abuso del pobre chico, él suplicaba que parará, pero no lo hizo. Ni en los días siguientes. Se sentía asqueroso y horrible.

Él empezo a vomitar y a cortarse, todo ocasionalmente,  así se sentía mejor.

Las cortadas y el vomitar, fue una rutina constante, su rutina favorita.

Ver al chico de ojos después de eso,  ya no fue lo mismo.

Ahora se sentía no-digno de él,  repulsivo.

¿Quién estaría con una persona que se corta, que no se ama así mismo y que abusan cada noche de él, por su propio padre?

No podía verlo a los ojos, sentía vergüenza.

Todo andaba de mal en peor.

Trataba de no cruzarse con él.

Todo era tan doloroso.

¿Cómo acabar con ese dolor tan fuerte?

Ese dolor era más de lo que él podía soportar.

Así que, se mató.

Jamás pudo decirle al chico, que lo amaba, que gracias a él pudo soportar un poco más,  que todo es debido a él.

Jamás pudo decirle en persona,  que era una persona maravillosa, que jamás lo olvidaría.

Jamás pudo decirle que él era el brillo que le daba a su vida, que él era su razón de ser, que gracias a su sonrisa él sonreía,  que él era el causante de aún estar de pie, de poder seguir adelante.

Jamás le pudo decir que lo amaba.

No le pudo dar las gracias de haberle dado la oportunidad de amar antes de morir, de haber experimentado el sentirse lleno al ver a esa persona, ese zoológico en el estómago, esas ganas de levantarte cada día para ver a esa persona especial.

Jamás pudo.

Es algo del que siempre se arrepentirá. 

Pero para el dolor, no hay lugar para arrepentimientos.

Si Louis,  esta es mi historia.

Perdón,  pero ya no puedo soporta el dolor de seguir sufriendo,  de vivir una vida que no quiero vivir,  de ya no ver más luz y solo oscuridad,  ya no quiero sufrir mi amor, ya no, ya ea mucho,  ya no soporto.

Te extrañaré mi Boo-Bear.

Eres lo único que valió la pena en mi vida.

Tal vez en otra vida podamos estar juntos, sin que nadie nos juzgue sin que nadie nos lastime, donde podamos vivir nuestro amor sin miedos y ser libres.

En otra vida será.

Te amo, mi niño de ojos azules.

Por siempre en mi corazón,  Louis.

Tuyo,  Harry.

Ojos color esmeralda. » Larry StylinsonWhere stories live. Discover now