Capítulo 36

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"Ella se siente dolida, rota, sin esperanzas, sin ganas de seguir, vacía. Pero aún siente algo."

Comencé a revolotear todas mis cosas hasta encontrar lo que quería.

Tome con ambas manos esa foto, esa foto donde nos encontrábamos los tres. Seguro ahí tenía cuatro o cinco años.

Mi mamá me tenía en sus brazos y mi papá la abrazaba.

Esto era justo lo que extrañaba… A mi familia.

Y es justo donde te das cuenta que realmente no querías crecer, y te retratas de todo lo que alguna vez llegaste a decir cuando eras un niño, como por ejemplo “ya quiero ser grande” y justo cuando ese momento llega te das cuenta de la gran equivocación que cometiste. No, no quería crecer si esto iba a hacer así.

Quería que todo volviera a ser como antes, aunque sé que nada de eso volverá a pasar.

¿Por qué todo tiene que ser tan difícil? ¿Algún día podre ser feliz?

No lograba encontrar solución a todo esto, aunque sí. Desaparecer.

Narra Zayn:

Se veía tan sonriente y al borde de las lágrimas a la misma vez. Podías notar felicidad y al mismo tiempo veías tristeza.

Es necesario detenerse a pensar lo que realmente somos, puedes juzgar sin conocer, dañar sin saber.

Ríe, en sus muñecas guarda cicatrices y en sus pequeños ojos lágrimas.

Y cuando te has dado cuenta que has hecho suficiente daño, logras notar que es un poco tarde para reconocerlo.

–Zayn, ¿estás bien? –preguntó por segunda vez mi mamá. Nos encontrábamos comiendo en la mesa, pero yo lo único que hacía era jugar con el tenedor.

–Sí, solo pensaba –respondí saliendo de mis pensamientos.

– ¿En qué? –Alzo su delgada y tatuada ceja. – ¿Es una chica?

Suspiré.

–No, mamá –Mentí, en realidad si era una chica, _____.

–Entonces, ¿Qué es lo que te tiene tan pensativo?

–Tengo mucha tarea –Dije, mientras me levantaba. –Termino eso después –Apunte a la comida.

Me miro confundida y asintió.

Subí a mi habitación y saque una chaqueta, tome mi teléfono y baje de nuevo. Avise a mi mamá que saldría a casa de un amigo y después de recibir un “No llegues tarde” salí y me monte en el auto para tomar camino hacia casa de Louis.

Toque el timbre un par de veces hasta recibir a Louis, quien fue quien abrió. Me hizo pasar al living y ahí se encontraba su pequeña hermana, Camila.

–Hola –Dijo, en sus labios se curvo una pequeña sonrisa.

–Hola, Camila –Bese su mejilla, que en cuestión de segundos tomo color.

–Zayn deja de hacer sonrojar a mi hermanita –Me fulmino Louis.

Reí. –Vale, lo siento –Dije, mientras me sentaba al lado de Camila.

–Camila ve arriba –Le dijo Louis, con tal de que nos dejara solos.

La pequeña asintió y de un salto se levanto del sofá y subió corriendo hasta dejarnos solos.

– ¿Y, tu mamá?

–Se fue ayer, pero regresa la otra semana –contesto de mala gana. Sabía que no le gustaba la idea de que su mamá se fuera por tantos días y al estar acá estuviera muy poco. –Pero bueno, no venias a hablar de ella.

¿Tu broma aún es divertida? -Zayn Malik-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora