Incapaz y obsoleto, era eso. Él era temeroso de enfrentarlo, él era un cobarde. No tenía la valentía de hacerlo.
Dejas pisotear tu corazón por centésima vez, no aprendes. No aprendes. Eres tan imprudente. Él quiere que estés ahí, siempre para él cuando te necesita. Pero, ¿cuándo tú le necesitas? ¿Dónde está él? Con otros. Está con otros. Es un bastardo. Un maldito bastardo al que por más que te duela; lo querrás y amarás por siempre.
ESTÁS LEYENDO
Como las hojas de otoño, no durarán. (ls)
PoetryLas hojas de otoño están sólo por una temporada, cada año...