Escritos Para El Amor De Mi Vida.

Amor Adolescente.

Sé que probablemente me hayas olvidado ya, que estés siendo feliz con alguien más.

Pero sólo quería decirte que yo no he podido seguir adelante, te tengo presente y te llevo siempre en mi mente.

No puedo arrancarte de ninguna parte de mi cuerpo, mi corazón late por ti, mi mente siempre se acuerda de ti, mis manos piden por ti, mis labios mencionan tu nombre de manera inconsciente, mis sueños planean cosas imposibles, mis pies caminan a tu casa cuando mi cuerpo se rehúsa, mi cerebro pide que sigamos adelante pero nadie le hace caso.

Y es que incluso te ves tan bien de la mano de esa persona, te ves tan bien siendo feliz, te ves tan bien ahora que me haz olvidado.

No puedo seguir adelante con tu recuerdo siempre presente, pero tampoco puedo frenarme a esperar que regreses.

No puedo estar todo el tiempo con mi inestabilidad, pidiéndote tantas oportunidades y que tu dejes a quien te quiere por mí.

Pero quiero que sepas, que también lo dejaría todo por ti. Sin importar las circunstancias, haría cualquier cosa por tenerte de vuelta.

Tal vez nunca te demostre lo que era capaz de hacer por ti, y tal vez, nunca logré hacerlo. Pero quiero que tengas siempre presente que estas por encima de cualquier cosa en mi vida, incluso que yo misma.

Éramos jóvenes y estúpidas, no sabíamos bien que era el amor. Nos arriesgamos con una relación adolescente. Dimos mucho de nosotras por la otra. Sentimos tanto que nos olvidamos de nosotras mismas. Éramos jóvenes, no había futuro en nuestra relación pero lo intentamos cientos de veces.

Los amores adolescentes nunca funcionan. Enamorarse en la adolescencia puede ser peligroso, buscamos cualquier pretexto para poner al mundo en nuestra contra y culpamos a todos de nuestras dudas existenciales. Amar en la adolescencia es complicado, no deberíamos de amar a nadie hasta que seamos adultos y lo suficientemente maduros para querer como nos quieren. Pero justo en la adolescencia es cuando tenemos tanto amor para dar porque no hay amor para nosotros mismos.

Te ame tanto que me olvide de amarme a mi.

Primera parte.