Joya

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Volvía del trabajo cuando lo vio en el parque. Daniel, quien había entrado a trabajar al mismo lugar que él hacía unos meses y ocupaba la oficina junto a la suya. Hablaban con frecuencia, aunque no sabía que vivían en la misma dirección. Dado que su horario terminaba antes que el suyo, nunca regresaban juntos. Estaba sentado a un lado de la zona de juegos, observando como jugaban los niños. Sonreía hermosamente. Se acercó a él y lo saludó.

-Niel, qué sorpresa encontrarte por aquí.

Él se volteó, sonrió al reconocerlo.

-Hola, Byunghun. ¿Recién sales de la oficina?

-Sí, fue un largo día.

-Buen trabajo...

Mientras hablaba, Niel desvió la vista nuevamente hacia los niños. Justo para ver como una pequeña niña corría hacia ellos y se detenía a algunos metros de distancia.

-¿Quieres que te columpie, Minji?

Preguntó él con ternura, pero la niña solo miraba fijamente hacia su lado.

-Él es Byunghun, ¿por qué no lo saludas?

La niña no dijo nada y corrió a refugiarse avergonzada en los brazos de Niel. Él la alzó y la acunó contra su pecho.

-¿Tu sobrina?

Inquirió Byunghun con curiosidad. Niel rio suavemente, acariciando el cabello de la pequeña, que escondía la cara en su cuello.

-Mi hija.

Respondió. Los ojos de Byunghun se abrieron en sorpresa.

-Lo siento, no lo sabía.

-Descuida.

Estaba acostumbrado a aquella reacción. No le dio importancia y volvió su atención hacia la niña, comenzando a hacerle cosquillas.

-Minji, ¿por qué no saludas? ¿Desde cuando eres tan vergonzosa, pequeña diablilla?

Ella comenzó a retorcerse y reír fuertemente. Una risa de niño, contagiosa, sincera y brillante. Su carita por fin se volvió hacia Byunghun y él le sonrió dulcemente.

-Hola, ¿te llamas Minji?

Esta vez ella no apartó su rostro y le devolvió la mirada con sus grandes ojos. Asintió tímidamente.

-Es un nombre muy bonito. ¿Y cuántos años tienes?

La pequeña volvió la vista hacia su padre, y él le hizo un gesto, animándola a contestar. Ella entonces alzó una de sus manos, enseñando tres dedos a Byunghun. Luego se removió inquieta, intentando bajar del regazo de Niel.

-¿Quieres jugar un poco más?- le preguntó, dejándola en el suelo. –Solo un ratito, ¿sí? Ten cuidado...

La observó alejarse unos pocos metros. La voz de Byunghun volvió a captar su atención.

-Es una niña muy hermosa- comentó.

-Se parece bastante a su madre.

Sonrió orgulloso. Había un leve brillo en sus ojos.

-No sabía que estuvieras casado... Menos aún que tuvieras una hija.

-No es que intente ocultarlo, aunque es cierto que pocas personas en la oficina lo saben- respondió simplemente. –Y no estoy casado, bueno, no lo estaba, con su madre.

-¿Ella...?

-Falleció.

Asintió levemente a la pregunta inconclusa de Byunghun.

Joya [#EMOTIONIELCHALLENGE]Where stories live. Discover now