Oz, el poderoso?

II

Oz se despertó con un fuerte dolor de cabeza pero se alegro al ver que estaba sano y salvo en el globo que navegaba un rió como si fuera una canoa. Tardo unos segundos para que sus ojos se acostumbraran a los colores vivos y brillantes de este lugar desconocido al que había llegado, pues, en Kansas todo era gris y apagado como si no hubiera ni una gota de alegría.

En cambio, en este lugar nuevo había cosas tan magnificas para Oz, cosas como flores en forma de trompetas que emitían música, ranas de colores que cantaban a coro y hasta pequeñas hadas que salían del rió y silbaban melodías.

Oz bajo del globo para explorar aquella extraña tierra que tanta intriga le daba pero ahora no veía nada mas que verdes hojas aquí y allá. Sin saber a donde ir decidió tomar asiento y hacer una fogata porque ya anochecía.

Mientras Oz dormía, algo entre los arboles se movía y él se despertó muy asustado esperando lo peor pero se tranquilizo al notar que se trataba solamente de una mujer muy bella y sin duda, idéntica a su difunta esposa Annie.