✝ The Bibles of War ✝ *My chemical romance*

Esperando el impacto - Biblia de S. Ridder

¡Hola a todos! Ya los extrañaba y mucho, perdón por la demora, hoy tengo una ocación por la que subo... Es mi cumpleaños (24 julio) y además ¡Por fin estoy de vacaciones! Pero con mucho que estudiar... Me fue mal en varios examenes (me quiero matar básicamente) pero aún así vine a descansar unos días a mi ciudad. Quiero agradecerles a todos por leer, votar, comentar... En las últimas semanas recibí decenas de votos, de seguidores, nuevos lectores y la verdad que estoy muy sorprendida que la historia les haya agradado y que comenzaran a leer esta segunda parte... Suelen decir que las segundas son malas, pero les aseguro que esta no será así (y que puede que me odien más adelante), los aprecio a todos, gracias por mantenerse al tanto y nos leemos en otro capítulo...

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Todos se quedaron tan quietos y callados que podía sentir la respiración de Guarnere en mi cuello, Nixon aún tenía la mano en el aire en símbolo de hacer silencio.

El clima en Normandía se volvía cada día más frío, en cualquier momento nevaría ya que podía sentir en la piel la medida justa de frío y humedad para que se den las condiciones.

Personas pasaban a unos cien metros por delante nuestro, todos tenían trajes militares alemanes, definitivamente eran el enemigo. Bruno por delante de mí se giró lentamente para mirarme a la cara.

Un ave, más bien un águila se poso en una rama muy cerca nuestro. Ese animal al que siempre consideré carroñero nos miraba como alimento, no tardó en llegar otro y por algún motivo ambos animales comenzaron a gritar y luego a luchar contra ellas, llamando la atención de los alemanes.

- ¡Oculténse! – grito Winters ante el ataque inesperado.

Logré esconderme detrás de un árbol  y arrastré conmigo a Judas que se veía perdido.

- Te quedás quieto – le dije empujándolo contra el árbol

El muchacho se quedó congelado en el lugar

Me asomé lentamente para ver donde se posicionaba el enemigo y una bala pego en el árbol.

- Eso estuvo cerca – dijo el adolecente respirando agitado – no sé cómo se carga esto

- ¿No sabés disparar? – pregunté mientras afirmaba mi casco

- No, lo del servicio es mentira, no estuve ni tres días – dijo Judas apuntando con el arma hacia arriba.

Se la quité de los brazos y le enseñé a cargarla

- Escúchame, los demás se adelantaron – dije por lo bajo – vamos a movernos unos cuantos árboles más adelante.

El muchacho asentía todo rápidamente, estaba segura que por los nervios no escuchaba ni la mitad de lo que decía.

- No olvides correr en Zig-zag y bajar la cabeza de vez en cuando – continué explicando - ¿Listo?

- Listo – contestó el muchacho.

Lo agarré del cuello del traje y lo hice correr una distancia de diez metros hacia adelante, habíamos perdido al resto o al menos eso creíamos.

- No los veo – le dije al joven rubio

- Los disparos salen de allá – dijo señalando una zona cubierta de tierra

- ¿Decís que ahí hay un puesto? – entrecerré los ojos para ver mejor

- Estoy seguro – dijo con toda la certeza del mundo – puedo ver luces de disparos de vez en cuando detrás de ella.