Maldito Insomnio

22 1 0
                                    

No puedo dormir. El insomnio me está matando. Me deja solo. En soledad con mi cabeza y mis pensamientos. Me dominan.

Aunque intente dominarlos, siempre van para donde siempre quieren ir. A lo negativo. Siempre yendo al sitio autodestructivo. No tengo forma de revertirlo si estoy solo junto con mi cabeza. Lamentablemente, entretenerme con las redes sociales no me sirve, sólo me distraen por un rato. No sé cuántos segundos, pero varía la cantidad. Pierdo la noción del tiempo. Puedo permanecer minutos y mi mente piensa que estuve horas o puedo estar horas y mi cabeza piensa que estuve minutos. Se vuelve un ciclo vicioso en donde los pensamientos van y vienen. No hay un búnker en el cerebro donde alojarlos. Ojalá fuera así de fácil. Bloquear cada uno de ellos cuando se quiera. Encerrarlos por un tiempo o para siempre. Pero no, la soledad nos condiciona y el insomnio se asoma.

Ese maldito insomnio que se hace odiar. Cuando uno quiere relajarse y cerrar los ojos para soñar, él se hace presente impidiendo el bello acto. Estoy cansado, quiero dormir. Pero no tengo sueño. En el tablero se ponen las fichas del deseo y la necesidad. Ahora mismo no necesito dormir, pero tengo el deseo de hacerlo.

¿Por qué no tenemos control de ello? ¿Por qué no es voluntario? Es una melodía de reacciones bioquímicas las que nos hacen vivir, sentir, pensar y actuar. Si esto es así ¿Por qué no puedo terminar con el insomnio? ¿De quién es la culpa? De una parte del sistema nervioso, sí. De mí mismo. Pero no puedo controlarlo.

No le echo la culpa a nadie de mi soledad. Pero no puedo dormir, no quiero estar solo. Estoy autodestruyéndome poco a poco. Se presenta una guerra entre los pensamientos negativos y los positivos. En estos momentos, los primeros tienen a Superman y Hulk. Les están dando una paliza atroz. Se superponen ante los positivos.

Podría hacer algo, sí. Es verdad. Pero quiero dormir. Quiero alejarme de mí mismo. Quiero perderme en algún lugar de mi cabeza donde los pensamientos y sentimientos son levemente diferentes. Cuesta encontrarlo, el maldito insomnio no me deja.

Me tiene encadenado bajo sábanas en una habitación donde la puerta está cerrada y permite la entrada de luz a través de la cerradura. Me tiene junto a mis pensamientos, estoy solo con ellos. ¿Qué puedo hacer? ¿Entretenerme? No basta sólo con eso. El reloj sigue sonando, deja que se escuche su canción tic-tac, tic-tac, tic-tac. El tiempo pasa y no tengo sueño.

¿Dónde está la receta para facilitar las cosas? Hace tiempo que me estoy entreteniendo, pensando y escribiendo sobre esto. Hasta acá llevo más tiempo del que imaginé. La atemporalidad es increíble. Llevo 40 minutos intentando redactar algo. No fui consciente del reloj sino hasta que nuevamente escuché el tic-tac y mis ojos enfocaron los números.

Sí, 40 minutos y contando. Mi cabeza pensó que eran tan sólo unos 10 minutos. Pero no fue es así. En ese intervalo de tiempo no me detuve. Pensaba y escribía, hacía una cosa y luego la otra. Era un juego de tenis de mesa donde la pelota nunca caía.

Los pensamientos no estuvieron durante varios minutos, no se hicieron presentes. No tomaron el control. ¿Dónde estuvieron todo este tiempo? No lo sé, tal vez en una habitación con la puerta abierta, para poder salir cuando quieran y así inundar mi mente. Pero no, no sé dónde están. No los encuentro, no quiero encontrarlos.

El entretenimiento está funcionando de verdad, bloquea los pensamientos. Estoy solo, sí. Pero no con ellos. ¿Es bueno? Tal vez. Sé que en unos minutos volverán, pero disfruto del tiempo sin ellos.

Aunque siga escribiendo y entreteniéndome, hay algo que todavía sigue al pie del cañón desde que empecé a escribir esto. No quiere irse. Quiero que se vaya. Quiero dormir.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 31, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Maldito InsomnioWhere stories live. Discover now