Parte sin título 15

2 0 0
                                    

Al entrar a mi nuevo hogar tiré las maletas a lo que supongo yo era la "sala". La espalda me dolía un montón, así como si fuera una abuelita, porque para entrar tuve que subir unos cuantos escalones.

- Ay dónde se haya roto algo Andrea!. Dijo mi papá, quien había escuchado el escándalo que había provocado por tirar las valijas.

Me senté en el suelo rezando para que en las maletas todo siguiera intacto, porque sí no, ay de mí!. 

Desde mi pueblo he venido leyéndome "Bajo la misma estrella". Así que  saque mi libro del fondo de una maleta y comenze a leerlo

"Me diste un para siempre en estos días contados, y no sabes lo agradecida que estoy por nuestro pequeño infinito"

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

"Me diste un para siempre en estos días contados, y no sabes lo agradecida que estoy por nuestro pequeño infinito". Decía una frase en mi libro. Pensaba en Diego, no había vuelto a escribirme o llamarme, igual llevaba menos de 15 minutos en mi nueva ciudad, así que no debía preocuparme tanto. 

Después de leer unas cuantas 30 paginas mas (es que los libros son como una red que te atrapan, literal). Lo guarde en mi bolso y me levante.

- Voy a salir a tomar un café! Le dije a mi mama mientras abría la puerta

- Bueno hija, cuídate!

Cerre cuidadosamente la puerta y baje los escalones dando pequeños saltos. Comenze a recorrer la ciudad mirando a lado y lado, mi nueva ciudad era muy bonita para ser francos, pero aun así seguía extrañando mi pueblo.

No tuve que caminar mucho para lograr ver un café. Las puertas eran de cristal, no tuve que hacer mucho esfuerzo para abrirlas ya que eran muy livianas. Al entrar quede completamente plasmada por  lo que vi. Habia unas cuantas mesas pequeñas para dos dentro del café, y en una de ellas, lo vi, no se como se llamaba, ni de donde era, pero era guapísimo, alto, pelo castaño y ojos verdes. ¡Santo Dios era hermoso!, tanto, que por unos instantes deje de pensar por completo en Diego.

Me quede creo que aproximadamente unos diez minutos contemplándolo embobada.

- Señorita ¿se encuentra bien?. Me pregunto una de las camareras

- Si señora...gracias

Mientras seguía viéndolo, no me fije en el tatuaje de corazón que llevaba aquella camarera en la muñeca, igual al de la otra en el restaurante. Joder! Que estaba pasando? ¿Ahora a todas las mujeres les había dado por hacerse el mismo tatuaje que mis amigas y yo?. 

De mis pensamientos me saco algo de inmediato, aquel chico de ojos verdes estaba parado frente a mi con una chica rubia de ojos verdes también, era lo mas de guapa, iban cogidos de la mano.

- ¿Que haces mirándome tanto?. Pregunto el con una mirada algo enojada

Me quede en silencio y fria

- Oye, te estamos hablando a ti tonta, ¿que haces mirando tanto a mi novio?. Me dijo la chica rubia con un tono mas alto que el chico

- Catalina, no seas tan grosera, puede ser que si este como una tonta mirándome pero no le hables así. Intervino el con una sonrisa sarcástica y burlona en el rostro.

Demonios! Que vergüenza.

Al final y después de varios segundos opte por decir

- Perdon

- Oh, claro que lo vas a lamentar. Dijo la chica y agarro un café que había en una de las mesas y me lo echo todo encima. Eso no lo vi venir

MALDITA SEA! ¿QUE LE PASABA A ESA LOCA?

- Vamonos amor. Dijo volviéndose al chico quien sonrió, le dio un beso en los labios y salieron del café agarrados de las manos.

Todos los allí presentes seguían mirándome estupefactos. Y yo seguía ahí, perpleja, con el pecho completamente empapado y caliente. 

- Señorita, ¿quiere que le ayude?. Me pregunto la misma chica de hace rato que tenia aquel tatuaje de corazón en la muñeca.

Me volví hacia ella para decirle "No gracias". Cuando la vi, se me pareció muchísimo a alguien, pero no sabia quien, de igual forma, no tenia tiempo para detenerme a pensar en aquello, tenia que ir rápido a un lavado y limpiarme toda.

- No gracias. Le respondí cortante. Sabe donde hay un baño?

- Si señorita, al fondo a la izquierda

- Gracias

Al llegar al baño, entre apresuradamente y cerré la puerta con seguro. Lo primero que hice fue sentarme en el suelo con mis rodillas en mi frente. Joder! Habia pasado la vergüenza mas grande del mundo!. Comencé a llorar mientras aquella escena no dejaba de repetirse en mi cabeza. ¡¿QUE PECADO CAPITAL HABÍA COMETIDO POR QUEDARME MIRANDO A UN CHICO?!

Después de unos minutos, me levante y vi que mis cabellos estaban pegados a mi frente por el sudor, mis ojos rojos y mi blusa completamente manchada. Abrí la llave, cogí una toalla que ahí había, la moje un poco y la restregué en mi pecho. ¡¿SANTO DIOS ERA BRUTA O QUE?!. Lo que hice fue empeorar terriblemente la mancha, ahora parecía que hubiese vomitado durante media hora. No sabia que rayos hacer, no tenia nada mas que ponerme, es que ni siquiera un saco como para disimular algo. Opte por soltarme el cabello que tenia recogido en una cola de cabello y colocarlo encima de mi pecho, disimulaba algo?, si, pero no del todo. Ni modo, toco salir de allí haciéndole frente a toda la gente que allí había.



TÍPICAS AMIGASWhere stories live. Discover now