2 AMIGOS, 1 DESTINO.

Capitulo 1: Oscar Villagran

Erase una vez un niño muy, pero muy peculiar, un niño que solia robar las miradas de todo aquel que pasaba a su lado, fuese lo que fuese que estuviese haciendo, su nombre era Oscar Villagran.

Su familia trabajaba en Guerrero, Mexico, en un puesto de mariscos que, aunque poco concurrido, les daba suficientes ingresos para vivir descentemente.

Oscar siempre fue muy fanatico del mar, el soñaba con algun dia poder navegar el basto oceano, con el viento golpeando su rostro y con ese olor tan caracterìstico, que le hacia sentir en casa. Y no era extraño, pues su casa estaba demasiado cerca de la playa, practicamente convivio toda su vida con aquel tipo de entorno, y el, maravillado, segun su punto de vista, era el cielo en la tierra, aquellas vistas, el suave sonido de las aves pasando, y las voces que se oian a lo lejos, llena de alegria y gozo, y aunque nunca faltaba algun viejo cascarrabias que se quejase de todo, el disfrutaba como nadie su hogar.

Cada mañana, se levantaba demasiado temprano a juntar conchas de la playa, eran las 5 de la mañana y ya se le escuchaba correr a gran velocidad para aprovechar del tiempo. Despues de una o 2 horas, llevaba lo recolectado a su coleccion personal, que aunque al principio comenzo siendo apenas unas 2 o 3, terminaron contandose en cientos. Tenia conchas de todo tipo, rosas, azules, grandes, pequeñas, en fin, infinidades de tipos, que atesoraba como a su propia vida.

A el le encantaba nadar, podian pasar horas y horas y el preferia seguir nadando. De niño fue su tio Juan quien le enseño las tecnicas de nado, de hecho su tio era uno de los mejores salvavidas de todo acapulco, se dice era tan bueno, que era capaz de resucitar a los muertos, lo cual aunque fuese demasiado exagerado, daba una buena impresion.

Oscar era muy feliz con su familia y su hogar, pero solo habia un pequeño detalle, uno que haria que casi no tuviera amigos, y es que su piel era negra, por lo que era tomado como el bicho raro del lugar. ningun niño se juntaba con el, nadie lo acompañaba a juntar conchas, en fin, como si nadie lo quisiese, incluso su familia llegaba a dejarlo solo y preferian excluirlo. Su mama hizo de todo por ayudarlo, pero, no podia hacer mucho, ella era madre soltera, pues su esposo los abandono hacia muchos años, tenia que atender el negocio y encima de todo debia hacer las labores de la casa, total, un sin fin de trabajo del que apenas podia descansar.

Un dia se encontraba solo en la playa, como siempre a las 5 de la mañana, buscando algunas conchas azules, estaba tranquilo, hasta que de pronto llego a la playa otro niño, el cual desplego sobre la arena una finisima y costosisima toalla para recostarse. El niño era de tez blanca, demasiado blanca, con el cabello rojizo como el fuego y bastante mas largo comparado al de Oscar, el cual era calvo. Su nombre era Jhon Frederick, pero lo que Oscar no sabia es que a quien tenia justo delante, seria el mejor amigo de su vida.