20

48.6K 3K 383
                                    

Los días pasaban demasiado rápido, con ellos las semanas, y se fueron tres meses antes de que los enamorados lo notaran

Agar había creado una especie de rutina con su padre, si, su padre porque aunque no usaba siempre la palabra papá cada día abandonaba sus labios con más frecuencia. Y le gustaba, Roger no era un padre típico, era más como un amigo al que llamas papá, le gustaba hablar con él era un hombre muy sabio a su parecer y siempre tenía algo interesante que decir. Salían a comer los jueves, todos los jueves desde hace tres meses y alguna otra vez a la semana. Los trillizos al contrario de molestarse porque a veces ella prefería cenar con su padre, se alegraron, Agar tenía tiempo para todos, para su padre, sus hombres, para la que se convirtió en su mejor amiga- Blancanieves- y también tenía tiempo para Radley, Allen y de vez en cuando se juntaba con Max a charlar. Claro que a los trillizos todavía les causaba celos pero ya estaban comenzando a tener cierto aprecio hacia Max, quien siempre se comportaba natural y divertido

La misión Cupido con Max parecía ir bastante bien, aunque todavía no conocía a Chocolate que ahora sabía se llamaba Freya como la diosa del amor. Agar habló con Máximo sobre ella y supo que estaba pasando algo entre ellos. Lo confirmó cuando Roger le contó por accidente que Max se la había llevado a vivir con él porque no tenía familia y necesitaba cuidados para recuperarse. Agar sentía una extraña felicidad dentro de ella, como si algo en el fondo de ella estuviera floreciendo

Rainee y Allen eran una pareja un tanto especial, discutían por todo, TODO, todavía no habían confirmado nada pero Agar sabía que ya hace rato se estaban al menos acostando, ahora de que tengan una relación seria no sabía nada

Ella por su parte aprovechaba cada oportunidad para juntarlos, hacía de psicóloga de cada uno y los influenciaba disimuladamente. También hacía eso con Max quien estaba profundamente preocupado aunque intentara disimular, por el hecho de que la pequeña diosa tenía diesisiete todavía. Agar le dijo sólo unas palabras y el se puso bastante celoso

"Tiene diesisiete pero no los aparenta, la he visto en el hospital y realmente parece una pequeña diosa. No debes preocuparte por Freya, los hombres de verdad suelen fijarse en mujeres como ella y no dudo que no va a tardar en encontrar a alguien que la ame y la ayude a salir adelante"

Lo había dicho con toda la intención de hacer que él reaccionara y al parecer lo logró cuando se despidió diciendo que tenía que ir a casa porque había olvidado dar de comer al gato, y él no tenía gato

En fin, la vida estaba siendo muy linda para ella, había dejado de trabajar durante esos meses por órdenes del médico para poder recuperarse bien, ya había hablado con su padre también sobre lo que haría luego. Los trillizos no lo sabían y Agar sabía que ellos tenían esa inseguridad de que ella volviera a su trabajo y tuviera que irse a algún otro país. Pero aunque su trabajo era importante, ellos eran más importantes y había decidido que no iba a dejar de trabajar sino que iba a cambiar un poco su trabajo. En unos pocos meses estaría entrenando a los nuevos reclutas junto con Allen y Max. Si, se iban a quedar allí

En resumen todo iba bien y por eso Agar se preocupó cuando se enteró por Rainee que una zorra rubia operada hija de uno de los socios andaba rondando la empresa en busca de la atención de cualquiera de los trillizos o de Radley. Su amiga estaba enojada porque sus hermanos mayores tenían dueña y a su gemelo por nada del mundo lo dejaría en manos de esa bruja, Rainee fue clara: había que destruirla, y Agar no sabía por qué razón sintió tantas cosas feas al mismo tiempo pero sus hormonas estaban un poco locas últimamente, y terminó estando de acuerdo con la psicótica Blancanieves

El plan era simple: mear su territorio...marcar

Así que en la hora del almuerzo del viernes Agar tomó su ropa de "puta ama" y sus tacones "fóllame" y salió como la diosa que era hacia la empresa, su cabello iba suelto y estaba lacio, le llegaba por debajo de la cintura. El vestido negro ajustado que se había puesto le encantaba y sabía que los trillizos se pondrían como locos dos veces, primero locos por follarla y luego locos de celos al pensar en otros hombres viéndola. Los conocía demasiado

Nuestra Niña #2 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora