Parte 9

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No recordaba haber intercambiado apenas palabras con sus compañeros de travesía, más bien eran gruñidos resignados cuando no le quedaba más remedio que responder. Por eso se sorprendió a sí mismo teniendo una charla que le pareció bastante extensa con aquel tipo que, por algún motivo desconocido, había decidido dirigirse a él mientras engullía una manzana recostado contra el palo mayor. Le hablaba del nuevo mundo al otro lado del océano.

—¿Estuviste antes allá? Es un lugar lleno de oportunidades. ¿Puedes imaginarlo, amigo? Comenzar de la nada, olvidarlo todo, ser una nueva persona sin lastres del pasado.

No parecía un simple trabajador iletrado. Más bien podría ser un aventurero, tal vez un ricachón aburrido o un aristócrata venido a menos. Sus dedos parecían destinados a tocar el piano, no a la ruda tarea de a bordo. De hecho, los escondió en sus guantes de piel en cuanto la brisa aceleró su paso entre las velas.

—Dime... ¿Qué quieres buscar tú escapando en este barco? ¿De qué huyes?... Porque huyes de algo, ¿cierto? Puedo leerlo en tu rostro. ¿O debería decir... de alguien?

"Lo que me faltaba, un maldito entrometido". 

Retorno a Cumbres BorrascosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora