Tres meses después...
—¿realmente piensas en asistir al juicio? —preguntó Justin mientras acariciaba mi panza de seis meses que realmente parecía de nueve.
El juicio que se haría hace un mes atrás fue atrasado para un mes mas ya que necesitaban mas tiempo para organizar las pruebas y todo lo necesario.
—claro, quiero ver como le hunden en la cárcel.
Negó enojado.
—no quiero que te presentes ahí, podrías pasar un mal rato y estas embarazada.
—oh, vamos amor —le besé —sabes que no sufriré, de hecho, esa será una de las mejores dichas.
—no, no quiero...
—ademas tengo que declarar...
—el juez a dicho que tú podías decidir si asistías o no, debido a que no debía ser fácil presentarse frente a el loco de James.
—asistiré, él no puede pensar que me afecto en lo mas mínimo —dije con el ceño fruncido —es un pobre hijo de puta que me jodió la vida... Si, pero no dejare que su cometido se cumpla —estaba enojada.
Me levanté de la cama a rastras para poder ir a la ducha. Mi decisión estaba tomada y ya no se hablaría mas sobre el tema, iría si o si.
Miré mi panza en el espejo... Era lo mas hermoso que una mujer podía vivir y mas aun lo era cuando dos pequeñas cositas crecían dentro. Había dolor e incomodidad, claro, pero no cambiaría eso por un abdomen plano y sin vida, ademas eran de el hombre que amaba... ¿Que mas podía pedir?
Lavé mi cuerpo con cuidado y lentitud ya que ahora todo me costaba el doble o hasta el triple. Salí de la ducha envuelta en una toalla para encontrarme a un Justin ya duchado y vestido con uno de sus trajes. Joder, como amaba a ese hombre.
—si no puedes contra ellos, uneteles—dijo con una sonrisa tatuada en sus labios.
Me acerqué y le besé.
Fui al armario y me vestí como debería hacerlo una mujer embarazada... Si, con ropa holgada, ya nada de vestidos ceñidos o casi encarnados a mi piel. A Justin le gustaba la idea en partes ya que nadie me miraría con ganas de devorarme , lo malo que al decir nadie, eso también iba a afectarle a él.
El reloj marcaba las 10 y cuarto por lo cual solo teníamos cuarenta y cinco minutos para comer y llegar al tribunal.
Al entrar al lugar me encontré con mi familia y amigos que debían atestiguar.
—¿no te perderías esto eh? —pregunté Joshua de la mano de Marion.
—uff, jamas —respondí.
—deberías haberte quedado en casa ______ —habló mi papá.
—le dije lo mismo, pero es tan testaruda y con esto del embarazo ha estado muy quisquillosa —dijo Justin haciendo que me sintiese ofendida.
—ya, se que el embarazo a sido difícil pero no me perdería ver la cara de sufrimiento de James, jamas en la vida.
Los guardias hicieron el llamado de que el juicio ya empezaría por lo cual entramos.
El juez dio el típico discurso al empezar e hizo pasar al imputado. James entró cabeza gacha, se veía totalmente demacrado, el pelo le había crecido y la barba también, su mirada expresaba odio puro a la vida y quizá a Justin y a mi. Lo que mas me había sorprendido era ver que llevaba una camisa de fuerza, no pensé que el test sicológico diese ese resultado.
