Mi Mejor Amigo, Michael

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He decidido dejar todo aquí, antes de que gracias a él desaparezca, no tengo mucho tiempo, escucha mi historia, y sabrás cómo he acabado tan solitaria, tan desesperada...

     La alarma sonaba incesantemente esa mañana, por un momento pensé que hasta mi vecina la había escuchado. Gracias a ella me desperté, y salí lo más rápido que pude de mi cuarto, estaba desnuda, así que me vestí lo más rápido que pude, ya era tarde, me había dejado el autobús.

     Empecé a correr ya sabiendo que no llegaría a tiempo, y mientras corría, sentía que la escuela más se alejaba de mi. Al entrar en esta, me resbale y mis lentes cayeron junto a mí, «¡Maldita sea!». Repetía una y otra vez en mi cabeza.

     El profesor fue muy amable y me dejo pasar, al entrar coloque mis cosas en mi pupitre y colgué mi bolso detrás de este; parecía una estatua, lo unico que hacia era prestar atención a la clase, algo que nunca hacía, pero me parecía interesante, hablaban de la depresión y cómo evitarla.

     Honestamente mientras más abría la boca el profesor más me deprimía, era como si cada consejo ya lo hubiera intentado y todo me hubiera salido mal, era un infierno.

     Nunca había sido social, y no tenía amigos, era y es algo deprimente, me levantaba sin propósito, sabiendo que sería otro infierno, como todos los días, solo quería desaparecer.

     La clase acabo, y había empezado el receso, y me fuí a sentar en la mesa que había al fondo, nuestro patio de receso era grande, tenía un pequeño techo blanco y piso de concreto gris, y el resto era grama, para que los chicos jugaran sus deportes y cosas del estilo.

-¡Hola! -Escuche repentinamente detrás mío- ¿Por qué estás sola?

-Hola, es que... no quiero hablar con nadie -Dije para ver si me ignoraba como todos los demás-.

-¿Y por qué nadie te habla?

-No te importa... -Dije de una forma cortante-

-¡Si me importa!... ¿Amigos?

     Y así conocí a Michael, era un chico alegre y algo tímido, que siempre me escuchaba y prestaba atención. Pero... siempre me veían raro cuando yo hablaba con él, y no comprendía el por qué, pero me encantaba hablar con el. Había venido un par de veces a mi casa, a hablar conmigo, y a aconsejarme, y uno de esos días, justo cuando se fue mi madre me preguntó: "Hija, ¿en verdad crees que sea bueno que sigas hablando con él?, es una mala influencia". 

     Siempre le respondía que no lo haría, le tenía cariño a Michael, y era mi mejor amigo.

     Un día al ir al colegio allí estaba Michael, como siempre esperándome en la entrada del colegio, y de la nada llegaron unos agresores, o mejor dicho, unos hijos de puta. Como era de esperarse, y ni siquiera sabía la razón, pero me dieron una paliza. Cuando volví a ver a Michael me enojé con él, y le pregunté: ¿Por qué no hiciste nada? ¿Por qué no me ayudaste?

-Es que... ellos eran más que yo -Y después de decir esto, se fue-.

     Mi madre me preguntó acerca de los moretones que tenía en todo el cuerpo, yo solo le respondí rápidamente que me golpearon, que no le diera demasiada importancia. Esto lo que hizo fue preocuparla el doble, y empezó a llevarme al psicólogo, y yo no quería... me sentía estúpida... loca.

     Cuando salí del psicólogo espere sentada fuera de la habitación, hasta que escuche que mi madre empezaba a llorar, el psicólogo me pidió que pasase, me senté al lado de mi madre, y el me empezó a hablar. No escuchaba nada, sólo silencio, mientras lo veía mover la boca "Esquizofrenia" Es todo lo que llegue a escuchar, y en ese momento, mi vida cambio para siempre.

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⏰ Last updated: Nov 14, 2017 ⏰

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El Bosque de Las Rosas NegrasWhere stories live. Discover now