Nuestro Amor.

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Era un día soleado como frecuentaba el clima de Tokio, solo que por las calles se escuchaba el alborotó de las personas que caminaban de un lugar a otro, el claxon de los carros por las avenidas.

Todo esa era normal en un inicio de semana, las personas volvían a la rutina del trabajo o la escuela.

Este era el caso de una pelimorada que apenas estaba despertando de su profundo sueño que fue interrumpido por la alarma de su teléfono.

Con pereza se levantó de su cama y fue directo al baño para alistarse a la escuela, pasarían por ella así que tenia que apurar.

salió del baño y se puso el uniforme de su escuela, con tranquilidad comió su desayuno para después esperar a su novia.

No tardó ni cinco minutos para que el timbre de su departamento sonará varias veces avisando que Eli había llegado.

Nozomi se levantó de su sofá para abrir la puerta.

-Nozomi, estas lista? - apenas salió Nozomi, Eli no tardó en plantarle un beso en los labios.

-uhmm...- Nozomi tomó un poco de distancia - si, solo déjame ir por mi bolso.

Nozomi se adentro a su hogar para buscar su bolso y sus llaves.

Salió de su hogar, y aseguró su puerta.

Caminaba con Eli, tomadas de las manos.

Desde hace casi 2 años que comenzó a salir con su mejor amiga ahora novia, habian comenzado a salir cuando eran estudiantes de primer grado, Eli era protectora y muy celosa, pero a pesar de eso Nozomi sabía que Eli la amaba tanto como presumía.

La rubia siempre demostraba su amor, pero cuando estaban en público se privaba un poco de ello. 

Eli era una chica muy atractiva, con cabello rubio, ojos azules y facciones muy delicadas, un cuerpo con curvas muy prominentes pero escondía algo, que sólo sus seres más cercanos sabían.
Nozomi sabía, era un tema delicado, Eli contaba con un órgano reproductor masculino.

Desde pequeña supo que no era igual a las demás niñas, siempre estuvo en terapias con personas de su misma condición, pudo hacer amigas y llevar una vida normal.

Entrando a la preparatoria fue que conoció a la mujer más hermosa y dueña de todas sus sucias fantasías.

Toujo Nozomi.

Esa mujer de belleza infinita, cabello púrpura recogido en dos coletas, su cuerpo parecía esculpido por los dioses, ojos de un color tan perfecto, y sonrisa maravillosa.

Sacaba los pensamientos más sucios de la rubia.

Eso fue un problema, Eli no podía quitar la mirada de aquella belleza llamada Nozomi, parecía acosadora, Eli siempre observaba desde la distancia a Nozomi.

Antes de hablar con la pelimorada y entablar una relación amistosa, Eli miraba a Nozomi como alguien inalcanzable, un mismísimo ángel.

Grande fue su sorpresa cuando la pelimorada fue quien le hablo para tener una amistad, una amistad de la cual nunca se arrepintió de aceptar.

Con el paso del tiempo Eli se fue enamorando de Nozomi, era imposible para Eli no mirar con amor a su amiga, Nozomi era su adicción.

Eli trato de reprimir por mucho tiempo sus sentimientos, Por un tiempo decidió tomar distancia de Nozomi, alejarse de ella para olvidar su enamoramiento.

Nozomi en ese tiempo estaba igual que Eli...Enamorada de su mejor amiga.

Solo que las dos eran muy cobardes.

Sólo por ti. (One-shot) (FUTANARI)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt