Parte 2

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―¿A quién habrá salido? –Nora, su esposa, también se acercó a la ventana, rodeando la cintura de su marido con sus brazos delgados y bronceados.

―Me gustaría saberlo –Jake giró sobre sus pies, quedando cara a cara con su mujer―. Pero seguro que a nadie de mi familia.

El Sol penetró por la ventana del dormitorio de Toby, despertando al niño con su calor.

―Buenos días, campeón –su madre entró en el cuarto, llevando una bandeja con un vaso de leche caliente y varias galletas.

El niño se incorporó lentamente, desperezándose, mientras su madre le preparaba la ropa.

―¿Y tus zapatillas? –Nora se arrodilló en el suelo, y metió una mano bajo la cama.

―No sé –Toby peleaba con las mangas de su camisa.

―¿Cómo qué no sabes? –La mujer se incorporó y dirigió al pequeño una mirada desconfiada―. Anoche las dejé bajo tu cama.

―¡Mira, mamá! –La cara de Toby se iluminó con una sonrisa, mientras alzaba las dos zapatillas de deporte.

Su madre, sin embargo, no lo pudo soportar, y lanzó un gemido de angustia al ver el destrozado calzado, que su hijo le mostraba orgulloso.

―¿Qué significa esto? –Bruscamente, su madre le quitó de las manos el calzado―. ¿Tú crees que papá y mamá pueden permitirse el lujo de gastarse setenta dólares en unas zapatillas cada vez que a ti te dé la gana? No somos ricos.

―Pero... –el niño terminó de ponerse el pantalón, y dejó que su madre le pusiera sus viejas zapatillas "Nike"―, yo no he sido.

―¿No? –Nora, con una irónica sonrisa en los labios, le ayudó a ponerse la chaqueta y la cartera del colegio a la espalda.

―Seguro que ha sido él.

―¿Él, quién?

―El monstruo que viene a mi cama por las noches.

―Bueno, jovencito, será mejor que corras, o perderás el bus del cole.

―Vale, mami –se besaron―, hasta la tarde.

―Hablaremos con tu padre cuando vuelvas del colegio.

El día transcurrió sindemasiados sobresaltos en el hogar de la familia McAndrews.

BAJO LA CAMAWhere stories live. Discover now