New York , mi primer amor.

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Capítulo 1.

Por fin he acabado estos cuatro años insufribles de Derecho , tengo 23 años y ya soy licenciada en derecho , como a mis profesores les gusta llamar : jurista.  Han pasado 4 años desde que comencé por casualidad o más bien por ‘querer agradar’ esta carrera pero hoy estoy feliz de haberlo hecho. En dos horas me espera el aeropuerto de Málaga , 12 horas de viaje a New York , donde voy a empezar a ser una profesional del derecho como solía decir mi madre.

Estoy nerviosa , tengo que acabar de preparar la maleta , Ingrid que estuvo allí me ha dicho que lleve mucha ropa de invierno , gorros , abrigos , y yo encantada porque es una de mis estaciones favoritas del año. Tengo que preparar miles de cosas , en mi familia siempre hemos sido muy de llevar tres maletas para un fin de semana, cargados hasta arriba y siempre sucedía que no utilizábamos ni la mitad de la ropa. La diferencia es que no viajo por un fin de semana , viajo de forma ¡INDEFINIDA! ¡Sí!

Siempre he tenido el sueño de algún día viajar a New York , visitar todos sus monumentos históricos , todos sus rincones , ir a un Starbucks y llevarme uno de esos vasos de café que utilizan los americanos , que sí que serán vasos normales pero a mí me parecen geniales. Siempre he querido pasear  por la quinta avenida , comerme un perrito caliente mientras llamo a taxis solo por hacerlo como muestran en las películas americanas , vivir el Año nuevo en Times Square cuando la bola se descuelga y parece que el mundo se para. No sé por qué pero siempre ha sido la ciudad de mis sueños, en la que siempre he querido trabajar , vivir y ahora en unas horas me montaré en un avión y pondré rumbo a la ‘jungla de asfalto’.

El aeropuerto de Málaga es tan grande que si viniera sola jamás encontraría el avión que me llevará a mi querida ciudad. Son las 13:00 y solo con pasar por el ’puente de cristal’ como yo lo llamo que te lleva a la entrada del avión ya estoy nerviosa , me comen los nervios pero la sonrisa que tengo en mi cara no me la quita nada. Saludo a las azafatas , siempre me ha sorprendido su capacidad de sonreír y poner buena cara a los pasajeros , incluso cuando tienen malos días porque todos los tenemos pero hacer eso es una verdadera virtud , porque las azafatas rancias de otros viajes que he hecho me han hecho tener un vuelo nefasto , odio que me pongan mala cara. Me acomodo en mi asiento , al lado de la ventana como yo quería y ojeo el menú porque mi estómago está empezando a rugir como un león.

Me pongo mi música , la primera canción que suena es una de mis favoritas ‘You can count on me’. Obviamente es en inglés porque tengo que comenzar a familiarizarme aún más con el idioma si quiero conservar el trabajo. Me hundo en mis cascos y en el mundo de la música que siempre consigue evadirme de todo , tanto que se me pasa el tiempo , despierto y ya estamos en  el Aeropuerto Internacional John F.Kenedy , en honor al famoso presidente de los EE.UU. Solo con verlo desde la ventana mientras aterrizamos ya estoy emocionada e impactada , al bajar me quedo boquiabierta , nunca había visto tanto espacio , tantos aviones ni tanta afluencia de gente , es increíble. Ya me lo había advertido mi prima que en New York todo se magnifica.

Salgo del aeropuerto y me encuentro a un señor de negro con un sombrero y un traje impecable , parecía uno de esos porteros de los bailes adolescentes de las películas americanas , solo faltaba que comenzase a cantar y bailar como si fuese John Travolta. Y lo más raro es que sostenía en sus manos un cartel donde ponía : ‘Señorita Béquer’ . Comencé a reírme sola a carcajadas, la gente que pasaba a mi alrededor debía pensar que estaba loca , pero es que nunca había estado en esa situación. Tímidamente y avergonzada por mí actitud me acerqué al señor de negro:

-Hola,¿ me espera a mí?- dije en voz bajita.

-¿Es usted la señorita Béquer?

Me quedé a cuadros, hablaba español , se me abrió el cielo porque mi inglés y mis nervios en esos momentos no me daban pie a comenzar una conversación con un extraño y menos en americano.

New York , mi primer amor.Where stories live. Discover now