Día 36

227 18 1
                                    

Katz hoy también ha venido... Cuando llego lo primero que hizo fue entrar en la habitación donde yo estaba, para luego cerrar la puerta mientras que yo le seguía silenciosamente hacia la cocina, donde él se puso a mirar el interior de la nevera, del lavabo y por último dentro del cubo de basura.

Tras hacer todo esto, él empezó a dirigirse hacia donde yo estaba con una pequeña sonrisa que apenas se notaba –Me alegra que te hayas comido los espaguetis que te prepare perro estúpido, porque si los hubieras tirado a la basura o cualquier otra cosa...-Mostrando una sonrisa diabólica -Créeme que ahora no estarías de pie... ha, ha, ha...

Como odio que haga ese tipo de rostro, por poco me muero del susto, doy gracias a que hice caso por una vez en tanto tiempo a mi estómago y me comí los espaguetis sin importar que tuvieran o de que estuvieran hechos.

Kazt, creo que al ver mi reacción hacia esa sonrisa diabólica, el cual era que mi cuerpo temblase nuevamente como una gelatina, me cogió de la cintura y volvió a cargarme como un saco de patatas como el día anterior llevándome hacia su auto, pero en cambio esta vez no me puse a gritar como loco para que me soltara, después de todo nadie me escucharía y si hiciera fuerza para soltarme tampoco funcionaria, ya que después de todo él es más fuerte.

Tras llegar al auto el me dejo nuevamente en el asiento del copiloto y él se puso en el del conductor y empezó la marcha. Como no sabía adónde tenía planeado llevarme, pregunte –Oye... Kazt... ¿Adónde me llevas?- Él no me contesto, solamente se dignó a dar un repaso rápido con su vista a mi cuerpo.

Con el paso del tiempo, acabamos delante de una tienda de esas que habría las veinte cuatro horas del día y que vendían todo tipo de comida "¿Por qué me trajo aquí?" Era lo que se preguntaba mi mente en esos momentos hasta que entramos, donde Kazt cogió un carrito y dijo con un tono autoritario –La comida que veas que te guste la metes en el carrito ¿Entendido? Y... Por favor... Coge cosas que sea buenas para la salud y no solamente chucherías.

Al decir estas palabras él empezó a recorrer la tienda mientras yo le seguía por detrás, aunque no sabía que coger exactamente. Claro que había ido de compras con Muriel varias veces, pero... ir con Kazt... me daba algo de miedo, después de todo aunque haya dicho que puedo coger todo lo que quiera que vea que me guste, temo a coger algo que él diga que no o que me pase cogiendo muchas cosas, además de que Kazt anteriormente había sido mi enemigo... no sabía qué hacer.

Katz notando que no cogía nada, se acercó a mí, se agacho un poco hasta llegar a mi altura, y dijo con un tono tranquilo –Mira... -suspiro- Estamos aquí para que compremos algunos alimentos juntos y llenar de una maldita vez esa maldita nevera ¿Entendiste? Además... no te tienes que preocupar por el dinero, soy rico después de todo ¿Cómo crees que tengo ese coche lujoso que está aparcado afuera? ¿Eh...?

A partir de aquí decidí hacer caso a sus palabras, no solamente por miedo a que me gritase o algo por seguir así, sino también porque tras las palabras que me dijo antes... me sentía más tranquilo de alguna forma aunque fuera con él...

Cuando terminamos de comprar, aunque Katz aún se quejase de que escogí muy poca cosa, ya que solamente llenamos medio carrito, nos dirigimos hacia mi casa donde guardamos todo en la nevera, lo cual era extraño que funcionara, después de todo en mi casa habían cortado la luz y el agua.

Tras darme cuenta de ello, tengo que admitir que me puse algo... nervioso... ¡¿Y quién no?! Creo que cualquiera estaría preocupado por si el banco lo hace aposta para luego cobrarte un montón de dinero que no tienes.

Katz al darse cuenta de mi comportamiento, empezó a acercarse mucho (demasiado) a mí. Se podría decir incluso que lo único que nos separaba eran dos simples centímetros del uno al otro.

Esperando a que ocurriese cualquier cosa cerré los ojos fuertemente, pero lo único que note fue una gran mano apoyada en mi cabeza para posteriormente acariciarla suavemente. Cuando abrí los ojos pude ver a Katz agachado a mi altura mirándome fijamente -¡¿Que mierda te ocurre ahora perro?! Si es por las facturas de las luces y el agua no te preocupes, han sido pagadas por mí -Sorprendido por la nueva información, pregunté -¿P-por qué lo has h-hecho? A-aunque seas rico c-como tú dices, c-creo que esto es demasiado... -Katz, tras escuchar mis palabras, empezó a mostrar en sus ojos sorpresa, como si se hubiera dado cuenta justo ahora de todo lo bueno que había hecho por mí.

Al paso de unos pocos momentos en silencio donde solamente nos mirábamos el uno al otro, él se levantó y dándome la espalda dijo -Me voy...- Y como había dicho se fue de allí con gran rapidez sin decir nada más y sin despedirse.

No sé si volverá otra vez o no después de esto, aunque en verdad no le había hecho nada. No entiendo ese comportamiento tan extraño de Katz estos dos días que nos hemos visto ¿Y por qué ha pagado las facturas?-suspiro- Lo único que espero que con todo esto no me formé ningún jaleo, ya que aún sigo débil por lo sucedido con mis amos.

Creo que lo mejor será irme a dormir, que ya es tarde, además de que ya he tenido suficiente por hoy, adiós...

--------------------------------------------

Holii ^o^/

¡Otro capitulo largo! =D (Si, tenia ganas de decirlo XD)

Espero que os haya gustado :3

Chao, chao ^o^/

No quiero desaparecer... (KatzxCoraje/Agallas)Where stories live. Discover now