Conviviendo con el desastre

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Llegué justo con el sonar de la campana, atravesé el gran portón y fui directo a mi aula por suerte Alex aún no había llegado. Saludé a mis compañeros quienes se burlaban de mi desgracia, los pies me pesaban no quería llegar hasta el lugar que se convertiría en mi calvario por toda la eternidad. Tomé asiento y me recosté mirando hacia la pared que se encontraba a mi derecha, quería disfrutar este momento que tenía sola antes de que llegase el indeseable. Mi mente empezaba a imaginar, todas las voces y risas que me rodeaban solo se volvieron en susurros acompañando a mis pensamientos como una dulce melodía, pensamientos que fueron interrumpidos por un jalón de cabello.

- Idiota, qué te pasa? – me acomodaba el cabello – no puedes dejarme en paz ya que por tu culpa estoy aquí.

- Ah!! Por mi culpa dices – lo decía dubitativo – quién es la que siempre anda diciendo Maestra Alex está molestando, me está mirando, me está hablando ñañañañña – remedando mi forma de hablar.

- Ya pues ¿y? – no sabía que decirle

- Y pues – Se sentó y nos dimos la espalda.

Mis días ya no transcurrían con normalidad, cada día era una nueva discusión que terminaba en cachetadas y manotazos hacia él. No había momento en el que no me quejará de algo que Alex haga o dejase de hacer, aunque a veces exageraba debo admitirlo. Ya se había vuelto parte de la rutina todos se acostumbraron a los bulliciosos de la primera carpeta.

- Oye, me estas estorbando no puedo escribir

- No te estorbaría si te fueras más allá. Mira todo el espacio que te estoy cediendo a este paso terminare al aire.

- Es lo justo la que está sufriendo aquí, soy yo. Además tengo muchas más cosas que tú, mírate solo traes un cuaderno y ni siquiera copias nada.

- Para que escribir si todo se me queda en la mente. Sabes yo tengo una inteligencia superdotada solo que la oculto para no humillarte – arqueaba la ceja izquierda dándole una mirada que ponía los pelos de punta y eso era lo que más odiaba de él. Odiaba el hecho de que con una sola mirada me ponga nerviosa, lo detestaba. Perturbaba mi tranquilidad.

- JAJAJA – reía incomoda – si claro ni en tus mejores sueños, tus notas no pasan de 12. Y aléjate de mí vete más allá

- A donde más voy a avanzar tengo media nalga al aire que más quieres

Al cabo de un mes ya tocaba cambio de lugares y como que nosotros no habíamos progresado mucho en nuestra relación amical nos quedamos así; en realidad estuvieron a punto de cambiarnos cuando preguntaron si ya nos llevábamos bien hubieron algunos que dijeron que nos odiábamos más y por eso no lo hicieron, gracias amigos los amo *nótese el sarcasmo*.

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Estaba recostada en mi cama mirando las telarañas que estaban en el cielorraso imaginando como de costumbre, era la única forma para huir de mis problemas, los increíbles problemas que tenía a los 13, en realidad me preguntaba por qué razón no me agradaba Alex. Cuando de la nada sentí esa rara sensación de ser observada mire alrededor divise la silueta de una persona en el marco de la puerta y era mi papá que recién volvía del trabajo.

- Cuchita – como me decía de cariño – que estás haciendo solita aquí, todos están en la cocina viendo televisión – sí, teníamos Tv en la cocina – en qué tanto piensas – se sentó a mi lado me desordenó el cabello.

- En nada importante pá, solo estaba imaginando historias

- Imaginando historias dices? Mmmmm.... Y por qué no las escribes en vez de solo imaginarlas

- Pues no sé, no creo que sea lo mío

- Cómo lo sabes si no le das la oportunidad tal vez podría gustarte

- Pues... Y si le doy la oportunidad y no me gusta? Además supongo que es complicado.

- Pues si es así sabrás por qué razones exactamente no te gusta y no te quedarás con suposiciones que podrían generarte una mala impresión. Dale una oportunidad las cosas nunca son como parecen y recuerda pon tus propias reglas.

No estaba segura del porqué pero todo lo que me dijo mi papá lo tome como si de Alex se tratase y me dije a mi misma Lisa tienes que tratar de llevar la fiesta en paz y conseguirte un cuaderno. No podía concentrarme en desarrollar mi tarea pensando en cómo iniciar una charla normal si casi medio año la habíamos pasado peleando en el salón porque en recreo cada quien se iba con su grupo. Tenía que llamar a Camila y decirle todo lo que venía a mi mente sino no podría dormir.

- Aló?

- Lisa, dime que pasó son casi las 9

- Lo sé, es tarde solo es que ...

Le empecé a contar a detalle todo lo que se había perdido en tres meses. En cómo había dividido "equitativamente" el espacio de la carpeta, la vez que me regañaron por no querer tocar su único cuaderno multicursos...

- Ajajjaa, si no te conociera diría que me estas mintiendo. Y que más sígueme contando.

No todas las cosas eran peleas habían días en los que me daba flojera levantarme a traer o buscar algo y le mandaba a él, creo que desde entonces se me fue acumulando la pereza, también cierto día habíamos apostado que la persona que pasaba de la línea que nos dividía más veces perdía y tendría que darle algo, lo que sea, al ganador. Obviamente fui la ganadora y le dije que me tendría que dar por todo lo que restaba del año el Aquarius Piña.

- Piña?? Por qué???

- Mmmmm... No lo sé. Me gusta además es el más difícil de conseguir

- Ay, Lisa, pobre hombre

La verdad es que mientras le contaba todo me daba risa todo lo que Alex y yo habíamos pasado ni siquiera tuvimos una conversación sin necesidad de insultarnos y era aquí en donde el consejo de mi papá salía a relucir. Le daría una oportunidad y así sabría si podemos llevarnos bien o no.

- Eso deberías haber hecho hace muuuuuuuucho tiempo no crees?

- Jjiijijijiji el orden de los factores no altera el producto

El momento había llegado era casi hora de salida y no habíamos peleado, sólo lo golpeé un poquito menos de lo normal, y es así como le pregunté...

- Naco – siempre le decía así – ehhh... ahhh... por...

- Dime qué fue? No balbucees

- Pues – respire hondo este era un gran pasó – por qué no nos llevamos bien? Por qué nos odiamos?

- EH??? Odiarte yo? – me miró fijamente – tú eres la que me odias

- Es que tú me molestas siempre y pues eso me incomoda

- El hecho que te moleste no significa que te odie – se acercó de golpe – la verdad es que – y susurró – Me gustas.

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⏰ Last updated: Sep 04, 2017 ⏰

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La fuerza de lo inevitableWhere stories live. Discover now