Capítulo único.

506 52 21
                                    

En una pequeña casa, oculta en las montañas, un hombre se encontraba de pie en su balcón. Vestido con un simple pantalón y una gabardina, observaba atentamente el firmamento, que se encontraba acompañado por la luna tan brillante al igual que las estrellas; desde su posición podía sentir como el viento soplaba levemente y movía sus cabellos a su compás. Le encantaba estar ahí todas las noches, donde antes era acompañado por un hombre, un hombre que lo envolvía entre sus brazos y lo hacía sentir tan cálido y tan vivo.

Su mirada era triste y su corazón latía levemente, su vida ya no era como antes. Cerró los ojos y suspiró cansado. Pudo ver como las hojas de los arboles eran movidas por el viento y como algunas de estas caían lentamente hasta el pasto. El tiempo pasaba realmente rápido y su soledad aumentaba con los días. Su casa se sentía completamente vacía a pesar de siempre haberla considerado tan cómoda. Nada era como antes, ahora sólo quedaba él y nadie más.

Abrió los ojos y, con cuidado, caminó hacia una pequeña banca que tenía a un lado suyo. Entrelazo sus débiles dedos y se miró sus manos, aquellas grandes manos que ya no eran las mismas de antes, ya no eran lizas y mucho menos firmes; al contrario, ahora se encontraban arrugadas y débiles. Sonrió de lado al recordar cuando siempre se decía a sí mismo que ya no era la misma persona del pasado. Sin embargo estaba él, siempre estaba él a su lado:

"A pesar de no ser como antes, siguen siendo cálidas para mí, al igual que lo eres tú. Nunca lo olvides".

Podía recordar como ambos entrelazaban las manos y el calor los envolvía en silencio.

No podía sentirse solo. Tiempo atrás era imposible no verlo por algún lugar los fines de semana, siempre paseando por los alrededores; hasta se posicionaba debajo del balcón y lo saludaba con ambas manos para que pudiera verlo. Su comportamiento era siempre el de un niño sonriente que le gustaba disfrutar del buen clima.

En su presente, ya no estaba. No había nadie a su alrededor, no se hallaba más esa sonrisa, no hallaba esas pequeñas manos en el aire, no encontraba esa presencia que lo hacía sentir acompañado.

Sus ojos comenzaron a humedecerse. Le era difícil aun tener que decirse a sí mismo que ya no estaba, que no podría verlo más cuando siempre lo encontraba a su lado todas las mañanas, junto a él, sintiéndolo cerca, disfrutando de su protección, de sus dulces y suaves caricias; apreciar sus brazos alrededor de su cuerpo, escuchar su respiración lenta y tranquila, mirarlo dormir de cerca, observarlo atentamente por minutos sin cansarse, tocar su cabello y sonreír como un idiota; porque era lo que quería, estar a su lado.

Y había algo más: sus besos, esos suaves y dulces besos que siempre lograban tranquilizarlo cuando aparecía su mal humor, cuando se sentía dejado de lado o aún peor, cuando alguien estaba alrededor de lo que era suyo. Sí, él era un hombre celoso, y su pareja también, sólo que no era tan evidente como lo era el castaño.

Llevó una de sus manos a sus labios y se los tocó débilmente, no podía escuchar más su voz, no podía esperarlo en casa como siempre lo hacía cuando cumplían sus respectivas actividades diarias. Sin él, su casa estaba vacía, sin vida, no podía escuchar sus carcajadas, sentir su presencia.

Las lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas sin poder evitarlo. Con cuidado, sacó de uno de los bolsillos de su gabardina un pañuelo blanco, el primer regalo que le hizo por navidad.

A pesar de creer que podía ser un regalo sencillo, se esforzó en bordar su nombre. Si bien fue complicado lograrlo porque no sabía cómo hacerlo, se las ingenió para aprender bien; al final, cuando lo tuvo listo, pudo ver sus delgados y largos dedos picoteados por la pequeña aguja que no tuvo compasión y se encargaba de hacerle saber que no todo era tan sencillo como se veía.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 26, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

{YeHyun} Muero de Frío.Where stories live. Discover now