Buscando una oportunidad (MakotoxHaru)

-¿Parches?...

Y de repente Haru estaba sobre él.

-¿Parches? -repitió.

El frío viento de invierno le cosquilleaba la mano que no tenía enguantada. Makoto se estremeció, sin saber en qué momento había dejado caer la bolsa. El pequeño cuerpo peludo yacía a mitad de la calle, diminuto ante la gran tormenta que se avecinaba. Hacia dos semanas que cuidaba al felino, su alérgica madre no permitía animales en la casa, pero eso no impedía que él lo cuidara de todas formas.

Se acercó al inerte cuerpo pisando en su camino las pequeñas pelotitas de alimento. Todos los días se repetía que debía conseguirle una caja más grande, había crecido notablemente desde la primera vez que lo había visto fuera del almacén.

Las pequeñas gotas de lluvia oscurecían el blanco pelaje del suave animal. El lejano eco de una bocina rápidamente lo hizo volver a la realidad. Giró su cabeza hacia las deslumbrantes luces. Sin importarle el incesante ruido se agachó pesadamente a recoger el cuerpo del gato que para ese entones estaba completamente mojado. Una vez fuera del camino el auto arrancó y siguió su marcha.

Makoto volvió a inclinarse depositando el animal en la caja. Con suerte después de la tormenta lo enterraría.

Sin querer volver a su hogar desvió su camino. Su camisa estaba empapada, las gotas caían lentamente por sus mejillas heladas y lo único en lo que podía pensar era en Haru.

Sus labios chocaron agresivamente...

Cerró el grifo y se sumergió en la bañera. Había dejado la malla colgada cerca de la estufa con la intención de secarla. La sensación de no tenerla puesta en ese momento le parecía nueva. Estaba absorto en sus pensamientos, no podía dejar de revivir una y otra vez aquél sueño. Makoto completamente indefenso y desnudo lo esperaba en la cama y él no pudiendo resistir la tentación del momento se dejaba caer en manos del placer. Lentamente iba recorriendo cada rincón del cuerpo de su amigo, hasta aquellos lugares casi inaccesibles. Los gemidos de Makoto lo excitaban tanto que no podía esperar ni un segundo más para hacerlo suyo. Acercó su miembro y lo puso en posición sin hacerle caso a los ruegos de su amigo y cuando estaba por introducirlo....

El ruido de la puerta de entrada detuvo sus pensamientos. Alguien había entrado.

Dulce y amargo se mezclaron en el momento que sus lenguas se encontraron...

Cuando Makoto se dio cuenta ya estaba atravesando el umbral de la puerta. Esa puerta tan familiar, la que había abierto sin preguntar desde que tenía memoria. La puerta que lo separaba de su mejor amigo; la puerta que encerraba a la persona que mas amaba; la puerta de Haru.

El cambio de temperatura entre el afuera y el adentro era muy notable y no por eso le desagradó, todo lo contrario. Manteniendo en su cabeza el agradable recuerdo de un pasado ya distante se adentró en la habitación, sin reparar en la malla chorreante junto a él. De repente una ola de pensamientos lo invadió. Quedó pasmado en medio de la habitación y no pudo evitar recordar....

Y de repente Haru estaba sobre él.

Sus labios chocaron agresivamente...

Dulce y amargo se mezclaron en el momento que sus lenguas se encontraron...

Todo había empezado como un simple juego pero... cuando quisieron darse cuenta.... ya no pudieron volver atrás.

Sus cuerpos se encontraron con pasión, como si estuvieran hechos el uno para el otro, se necesitaban. Cada fibra de sus cuerpos se estremecía con cada nuevo contacto. Por más que se decidían a separarse, era imposible, dependían completamente del otro. Todo empeoró y de repente.... Su vista se nubló.