Retrospección

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¿Qué hubiera pasado si…?

Líneas rectas formadas por gigantescas vidrieras permiten que los rayos de luz se difuminen en la sala. Pieza que por su simplicidad invita a relajarse mientras las notas del silencio susurran entre esquina y esquina. Reflejada queda mi figura en una de esas puertas transparentes que ofrecen camino al exterior. Figura que se aleja de aquella criatura perdida en disturbios vocales. Descontrol y colisión entre pensamientos desnudos, que más tarde provocarían desenfrenadas acciones sin sentido alguno para la cordura de las gentes. Una lógica incomprensible para cualquier ser humano anidaba en mi mente, la cual se preocupaba en buscar hechizos con los que calmar el padecimiento de mi soledad. Por ello, decidí ser navegante, para conocer en profundidad cada retiro de mi capitán pensante.

Un mundo irreal para la muchedumbre se abría paso ante mí. Un espacio al cual el tiempo le daría un valor sobrenatural. Un lugar donde no había nada que temer, donde me protegían mis ropajes de suficiencia y me guiaba la utopía de familia. Un cosmos divino que tenía todo aquello que necesitaba para crecer pero que no permitía que nadie más entrara. El área del distrito era infinita y flexible para mí pero no para otro ser viviente. Extraño concepto que forja la unión de crecimiento y limitación, idea que hoy por hoy es totalmente desechada por las mismas neuronas que un día forjaron ramas entre ellas para cerrar compartimentos impidiendo así que virus entrasen y arrasaran con la mínima viveza que pudiera existir.

Obsoleta queda a un lado (la idea), para ser recordada y juzgada por su éxito logrado, más el verdadero valor le es otorgado a la capacidad de procurar ejemplos que finalmente no se lleven a cabo. Pero es la falta de la dama quien un día nos da la vida la que desde un submundo que incluso yo desconozco me interroga y pone a prueba. Sin ser llamada, llega a mí y me incita a discutir. Plantea un tema interesante pero difícil de abordar. Sin alguna consideración descarga su cuestión:

-          ¿Cambiarías ser quien eres por yo ser tu madre y tenerte?

Delicada elección. Como de un juego se tratase, se nos hacen preguntas que debemos responder. Se nos plantean situaciones en las que debemos tomar decisiones. Deliberar en tiempos de crisis social es muy complicado, hoy te ofrecen ser alguien y mañana has desaparecido. Pero siendo consciente de mi escaso tiempo de charla decido responderle:

- Es cierto que he sufrido como cuán mártir de guerra, que he llorado como Bruno Amadio al dar a luz a su Niño llorón, que en ocasiones me he sentido como el protagonista de Francisco de Goya en  Los fusilamientos del 3 de Mayo donde mi cuerpo ha quedado vendido a la suerte y a la dicha, frente a soldados que me apuntaban con peligrosos fusiles de palabras. No queda lejos el desamparo que se hizo dueño del afecto y recompensa que debían haber sido míos por derecho. No ha sido cómoda la estancia en este barco, porque jamás hubo un barco. En un bote me vi metida, sin saber nadar, tan siquiera balbucear. Una chalana decorada por agujeros que no impedían que entrase el agua helada, más sin saber cómo ni por qué, aprendí a nadar, a construir y a crear para poder remar, me entrené para hacerlo con más fuerza, en ocasiones, la barca volcó y con ella yo, y conmigo todo aquel que me enseñó. Pero de nuevo alguien me mostró cómo hacerlo. Nadé con fuerza, salí y tomé aire, calmé la sed de mis pulmones, le di la vuelta y subí rápidamente para volver a navegar. Cada vez se sumaban más rasguños y heridas a mi suave piel, qué sabrían las astillas de la canoa, queriendo o sin querer sería mi sangre quien daría color al objeto marino. Y tras duras mareas, contravientos, huracanes y maremotos, estoy con vida. Con cicatrices, con malformaciones, tanto internas como externas; pero con un presente. Elijo pues, continuar viviendo mi presente si para ello aparentemente debo renunciar a un pasado. Un pasado que en su tiempo fue mí ahora, pero que por circunstancias dejó de serlo. Las oportunidades vienen y van, todo está en un constante cambio y devenir, es la forma de crecer. Y yo, querida madre he de crecer y aprehender, para poder hacer lo que muchas personas hicieron conmigo, darme la oportunidad de ser feliz.

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⏰ Última actualización: Feb 06, 2014 ⏰

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