Capítulo 5

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Publicado Originalmente: Mediados del 2014

Versiones Pasadas: 6 de Julio de 2016, 31 de enero 2020

Versiones Pasadas: 6 de Julio de 2016, 31 de enero 2020

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—Esto es... ¡fantástico! ―grito Marlene mientras tomaba el brazo de Víctor y le hacía apresurar más el paso. Marina los observaba y no podía contener la risa.

            Durante la semana no habían podido parar de hablar sobre el crucero. Las chicas habían comprado ropa nueva para la semana que estarían viajando. Estaban emocionados, amaban viajar.

            Marina además quería aprovechar el tiempo para distraerse. Estaría mintiendo si dijera que no había pensado aunque fuera un poco en David. Durante esos días lo había hecho. Ese deseo de verle no había desaparecido. Le hubiera gustado hablar con su mama sobre el tema. Pero lo había descartado de inmediato. Ella le diría que estaba loca y la obligaría a olvidar que lo conoció.

            Todas las noches salía a la playa y se acostaba en la arena viendo a luminosa. Por alguna extraña razón sentía que esa estrella la conectaba mucho más a él. Lo sabía, se estaba volviendo loca por pensar en un desconocido. ¿Pero que más daba? La idea le agradaba. Pensar en él se había convertido en un pasatiempo. Sentía que así él la recordaría más. Tonta ¿no?

            Lo alejo de sus pensamientos y miro nuevamente a su hermano y su mejor amiga. Víctor parecía querer salir corriendo de sus garras. De seguro quería ir a alguna tienda donde vendieran gorras. Amaba las gorras, juraría que tenía más de cien gorras en su habitación.

            ―No llevamos ni tres horas y ya estas vuelta loca, Marlene. Estas provocando que mi hermano quiera echarte de cabeza al mar.

            Ella se giró y le saco el dedo medio a su amiga. Miro a Víctor y le sonrió con dulzura.

            ―Ya verás que te divertirás. Eso te lo aseguro, querido. No dejaras de odiarme ―dijo y Víctor tosió. Ya la odiaba bastante.

            ―La única razón por la que las acompaño es porque Roberto está aquí y me preocupa lo que puede hacer. Todavía recuerdo su amenaza. Deberían agradecerme de que las proteja. Créanme que en estos momentos me gustaría estar disfrutando en la piscina. Aun no puedo creer que ustedes no tengan consideración conmigo.

            ―Todavía tienes tiempo de irte, no es obligatorio que nos acompañes. Podemos defendernos solas y además Roberto no actuara el primer día. Sería muy tonto de su parte querer comenzar su plan desde ya. Creo que él prefiere hacerlo a mitad de semana. Daria mucho más de que hablar ―dijo Marina mientras miraba una de las vitrinas. Su hermano se giró para verla.

            ―Ni en tus sueños, mocosa. No correré un riesgo tan grande como ese. Tampoco es que me esté aburriendo. Pasar mi tiempo con usted es de lo mejor.

Marina: No quiero perderte (HDM #1) © (Disponible en papel y digital)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora