CAPITULO XXII: LAS PREGUNTAS QUE QUERIA (respuestas sin pregunta al fin se encuentran)
- preocupación hasta que se oyó el picaporte de la puerta girar y la puerta se abrió todos estábamos con la mirada fija en la puerta…………... en efecto… era el sacerdote el sacerdote del internado era una persona algo vieja, su mirada era seria pero a la vez se notaba su sabiduría, sus ojos azul claro denotaban más su mirada, tenía una barba un poco pronunciada formada de canas, era un poco gordo, y siempre llevaba puesta su sotana negra, un crucifijo de bronce que en el centro llevaba una piedra pequeña clara (cuarzo) y una biblia muy antigua en mano, nos saludó y se sentó en una silla que estaba cerca de la psicóloga
- buenos días… - dijo cómodo
- buenos días padre…. Lamento la interrupción en sus trabajos en la capilla pero necesito hablarle de esto se recuerda de la criatura?....
- se refiere a…….
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OK EL CAPITULO MAS CORTO DEL MUNDO LES DEBO DOS C:
