Nos vemos mañana

1.3K 170 1
                                    

El chico agarra el cigarro con suavidad, mientras los otros intentan mirar por la ventana del edificio. Ni siquiera sabe porqué ha venido... La chica es interesante, pero no sacarán nada de información sobre ella intentando ver algo a través de una estrecha ventana que, además, de momento ni siquiera han logrado alcanzar... El humo que sale de entre sus labios forma complejas espirales por culpa de los caprichos del viento, que roba el calor de sus cuerpos.

-¿Pensáis estar mucho rato ahí? Sabéis que no vais a lograr nada, estáis muy lejos de poder llegar a...-

-¡Lo tengo!- Uno de los chicos consigue cogerse a un saliente de piedra y llega hasta la pequeña ventana, en la repisa de la cual se agarra con fuerza. Desde ahí, ayuda a subir a los demás... El chico llega al brazo que le ofrecen con un brinco después de apagar el cigarrillo restregándolo contra el suelo con el pié.

-Espero que valga la pena lo que...-

Antes de poder termina la frase, la ventana se abre y les da un susto tal que la mayoría caen al suelo. El único que queda agarrado a la repisa es, precisamente,el que ha sido el último en subir.

Salem les mira con aire interrogativo antes de soltar una suave carcajada que el viento no tarda en llevarse... Pero los chicos no parecen caer en que la chica que está delante de ellos dista bastante de ser Salem... Aunque ellos la conocen como Rem Kardan, claro.

Su pelo, antes de un color negro azabache tan oscuro que parecía sorber la luz de su alrededor, ahora es de un color blanco cegador. Sus ojos ahora son de dos colores: Uno de un verde esmeralda resplandeciente y el otro de color rojo como la sangre corriendo por el filo de una espada. Su piel, antes ya pálida, ahora es directamente blanca, aunque aparecen en ella franjas de color carne que trazan dibujos alrededor de su carne. Si alguien la mirara más detenidamente, vería que sus dientes son más puntiagudos que los de una persona normal, al igual que sus uñas, además de que son mucho más duras y resistentes.

-Vaya... ¿No os han enseñado que es de mala educación espiar a una dama?- La chica dice esto mirando con una sonrisa pícara a los chicos, todavía levantándose del suelo, sin caer en cuenta de la presencia del que aún pende de la ventana, que le mira embobado por su exótico pero bello aspecto.

El chico de la ventana mira a Salem con sorpresa, y ésta no tarda en darse cuenta de su presencia. Primero le mira con algo de indiferencia, pero después le coge del antebrazo y le levanta casi sin esfuerzo, poniéndolo a su altura mientras lo suspende en el aire.

----------------------------------------------------------

Nunca me había sentido tan desprotegido hasta ahora, cuando Rem Kardan me ha escrutado con sus ojos verde y rojo... Solo el vacío se extiende debajo de nosotros... El vacío y sus ojos... Esta chica me confunde. En un día aquí ha conseguido más progreso que yo en los dos años que llevo practicando... Estaba enfadado con ella... Conmigo, más bien dicho. Quería ver de cara a quién me había superado para poder decir que no era para tanto, pero ahora que la veo de frente... E como encontrarse con un tiburón en mar abierto... Todos mis instintos me dicen que huya, que me suelte como pueda y salga corriendo, pero solo puedo mirarla... Es bella. Me sujeta con un solo brazo sin esfuerzo... Me duele, pero intento no mostrar mi dolor, aunque ni siquiera sé porque lo hago... Es estúpido.

Ella me sonríe un poco, enseñando unos dientes algo puntiagudos... Yo hago aman de devolverle la sonrisa, pero antes de que pueda hacerlo me suelta. Joder. Que cruel.

O eso pensaba. Me fijo en que, antes de soltar mi brazo de forma definitiva se inclina hasta casi caerse del balcón, solo para aproximarme al suelo. No. No es cruel. Solo algo... Salvaje.

Caigo medio de pié medio de rodillas y pierdo el equilibrio, aunque lo recupero lo más rápido que puedo. Me giro para volver a mirar a la chica y veo que se dispone a cerrar la ventana.

-¡ESPERA!- 

Se detiene justo a tiempo y me mira con un aire interrogativo. 

-Yo...- Se me ha olvidado lo que iba a decir por completo. Intento relajarme respirando hondo y ahora la vuelvo a mirar con, espero, algo más de resolución en la mirada.

-Soy Adal, soldado de segundo año de rango... De rango B... Aunque estoy a punto de... Bueno, da igual. Estoy aquí porque quiero... Quiero retarte a un duelo mañana.-

Dios, parezco tan ridículo... Al menos así me siento cuando la chica me mira desde arriba... Siento que siempre será así, que estoy condenado a ser visto desde la cima... Pero con ella es diferente. De alguna forma, siento que no me importa demasiado...

Ella sonríe. Esta vez su sonrisa es muy distinta, como si fuera otra persona... Es más suave, más tranquila... La dualidad de esta chica me tiene fascinado.

-Nos vemos mañana, Adal-

Dicho esto, cierra la ventana y desaparece detrás del cristal.

Nos vamos con la cola entre las piernas, la verdad. La que pensábamos que iba a ser una incursión elegante ha resultado ser más bien humillante... Pero el resultado ha sido el mismo. Mañana nos veremos...

Me giro para echar una última mirada a la ventana, aunque desde aquí no la veo...

"Nos vemos mañana, Adal..."

-Eso espero...- Digo esto sin pensarlo.

-¿Qué?-

Un chico se gira. Debe de haberme oído.

-Nada,nada-


Danza de demonios: La chica y el dragónWhere stories live. Discover now