Capítulo 3 √

160K 3K 174
                                    

Harry: Que durante este año no me engañes con nadie, si tú me llegas a engañar nuestro contrato se rompe, y tú te quedarás conmigo para siempre, y ahí si vivirás muy mal, porque me cuesta perdonar un engaño. Y cada vez que te vea, me harás recordar a él, y así nunca podré perdonarte y no quiero eso, así que si me quieres engañar te vas a tener que aguantar, si es que no te enamoras de mí, que estoy seguro que caerás, y redondita. Me pedirás tú misma que hagamos el amor todo los días. —Rió—

Tú: ¿QUÉ? SI QUE TE GUSTA SOÑAR, NUNCA TE PEDIRÉ QUE ME HAGAS EL AMOR, AHORA MISMO NI TE QUIERO BESAR, NI QUE ME TOQUES, NI SENTIRTE CERCA MÍO, Y MUCHO MENOS QUE ME HAGAS EL AMOR E IMPOSIBLEMENTE TODOS LOS DÍAS.

Harry: Eso lo dices ahora, pero verás que saldrá de tu boca en unos pocos meses lo que te estoy diciendo. Me dirás que te haga el amor todo el día.

Tú: VALLA, ¿TAN SÓLO PIENSAS EN ESO? ¿QUÉ NO TIENES OTRA COSA EN QUE PENSAR? PEDOFOLIO.

Harry: Mmm... si, quizás en tu cuerpo.

Tú: DIOS, PORQUE ME HICISTE CASARME CON ESTE HOMBRE QUE SÓLO PIENSA EN HACER ESO, Y NO EN MIS SENTIMIENTOS.

Harry: Ya. No ves que sólo estoy bromeando, te tomas muy en serio las cosas.

Tú: Si, pareces un niño.

Harry: Si, y tú una niña, deja de quejarte tanto y sonríe más, para eso estoy yo, para hacerte sonreir siempre.

Tú: Lo dudo mucho, creo que me matarás en vez de hacerme reír.

Harry: Calmate, si tan sólo es una pequeña broma, ahora bajate que ya llegamos.

Tú: ¿Aquí? pero se ve que es muy caro sólo por una noche.

Harry: ¿Y que tiene? mañana serás mi esposa, y debes acostumbrarte a estos lujos, por que así vivirás ahora… sonríe, no te he visto ni una sola sonrisa desde que te conocí, vamos, regálame una sonrisa.

Tú: No, no lo pienses Señor Styles.

Harry: Ok, pero ya no me digas señor Styles, llámame ‘Amor’

Tú: ¿QUÉ? PUES NO TE LLAMARÉ ASÍ POR NADA EN ESTE MUNDO, NUNCA DE LOS NUNCA.

Harry: Verás como después me lo dirás.

Tú: Deja mis maletas las puedo llevar yo, yo siempre las llevo, no necesito a un príncipe para que los lleve, Señor Styles.

Harry: Valla, te trato de ayudar y ¿es así cómo me lo dices? ¿sabes? yo llevaré tus malestas y ya he dicho. Así que dame, o si no me tendrás que hacer una prenda —Sonrió nuevamente—

Tú: Mira ¿nunca dejas de sonreír? y no te hare ninguna prenda, yo llevaré mis maletas.

Harry: Entonces sufrirás las consecuencias.

Tú: A ver, ¿qué harás Señor Styles?

Harry: Deja de llamarme así, Señora de Styles.

Tú: Y tú no me llames así, que no lo soy... bueno si lo soy...

Harry: Aja

Xxx: Hola, bienvenidos a los ‘hoteles Styles’, Señor Styles.

Harry: Gracias Maria. Mi reservación para la suite, por favor.

Maria: Claro señor está lista. ¿señorita le puedo ayudar? parece que se equivocó, no damos donaciones.

Tú: ¿QUÉ COSA?

Harry: —Carcajeó— No Maria, ella es mi esposa.

¿Qué se cree la tal Maria para tratarme así? Luego de que Harry le dijera que soy su esposa, que suena tan extraño, miré cómo cambió toda su cara y fue que su mirada quedó en el vacio. ¿Me parece a mí o ella tenía algo con Harry? ¿O sólo es mi imaginación?

Maria: ¿T-tú, eres su esposa?

Harry: Si, ¿por qué? ella es ahora la señora Styles.

Maria: Ha okay, hmm, bienvenida Señora Styles.

Tú: No me llames así, llámame tan sólo Gretel.

Maria: ¿cómo? ¿acaso no quiere llevar el precioso apellido Styles?

Tú: Si, exacto. —Al decir eso vi cómo todos los empleados me miraban y dejaron de trabajar, cómo diciendo que estoy loca, por un lado quería saber porque para ellos ese apellido era tan importante, es cómo si el nombre era de Dios o algo por el estilo—

Harry: No le hagan caso, tan sólo esta bromeando.

Vi que todos se medio rieron cuándo Harry dijo eso, parecía todo una película, lo empleados siguieron trabajando, y Harry me miraba un poco mal, y claro porque no si acabo de decir que su apellido no es lo suficientemente hermoso.

Maria: Ah, su esposa es muy bromista Señor Styles.

Harry: Si, ya lo sé, por eso me casé con ella, es muy sonriente, le encanta reírse que es lo que a mi más me gusta, la sonrisa.

Tú: Aja, claro. Ahora, ¿en qué piso queda mi habitación?

Maria: Su habitación queda en el ultimo piso, la suite numero 325.

Tú: Bien.. —Me di la vuelta para irme y vi que Harry me seguía— Hey, que haces, ¿para qué me sigues? tú no dormirás conmigo, ni lo pienses.

Harry: Acuérdate que es nuestra suite, no tú suite, y también acuérdate que estamos casados y que la suite que nos dio, si mas no recuerdo dijo la numero 325.

Tú: ¿Y?

Harry: Y que esa suite es para los recién casados, y me parece muy mal lo que hiciste en despreciar mi apellido, no me pareció nada agradable. Espero que no se vuelva a repetir, tienes que saber muchas cosas y qué mejor ahora para ponernos al día.

Tú: Vale, lo siento, ahora ya estamos por llegar al piso —Se abrió la puerta del ascensor y entramos en la suite—

Era extremadamente hermosa, tenia corazón cómo camas, casi toda la habitación estaba hecha de corazones, había una hermosa canasta de frutas con vino tinto, la decoración es única, los baños eran enormes, había jacuzzi, velas y no luz. Y en la cama miles de petalos de rosas rojas, en el jacuzzi había petalos de color rosado, era muy hermosa, la vista era única.

Tú: Wow, es hermosa… es increíble la suite,  es totalmente hermosa.

Harry: Valla, veo que te encanta, me alegra mucho.

Tú: Si, pero no tenías que hacer todo esto, tan sólo será una noche, no una semana.

Harry: ¿Y? eres mi esposa y cómo tal te mereces esto y mucho más, además el hotel es mío. Ahora ve a bañarte que luego tenemos que hablar.

Tú: ¿De qué?

Harry: Pues que te aclare varios asuntos que no conoces de mí, y que debes saber si vamos a vivir juntos, también cosas sobre ti que debo saber ya que no se nada.

Casada con el extraño. |h.s| «EDITANDO»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora