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                        Connor.

Tenía ideado un plan infalible para conquistar de una vez por todas a Jade. Debo aprovechar bien el tiempo que pasemos juntos en esta isla porque cuando lleguemos a casa James podría volver a molestarme para conseguir mi objetivo. No iba a perseguirla y molestarla diciéndole miles de cosas lindas. Tenía que pasar tiempo de calidad a su lado, hacerla reír y demostrarle que yo puedo hacerla feliz. Papá y Niall me habían permitido hacer cosas distintas a las que ellos iban a hacer, que prácticamente era pasar el día en la playa y quemarse como cangrejos. Me ha sorprendido mucho que Niall no me haya amenazado al decirle mi propósito, casi llegó a felicitarme por hacerlo. No sé porqué, nunca podré entender a ninguno de ellos. 

-¿Adónde vas tan temprano?-dijo Matt acostado boca abajo.

-Tengo un plan genial para tu hermana y para mí.-sonreí poniéndome la camisa de asillas.

-¿No puede ser más tarde?-se quejó.

-Algo me dice que anoche te acostaste tarde.-dije tirándome sobre él para molestarlo.

-Sí.-sonrió como un idiota enamorado. 

Anoche, él y Adriana, desaparecieron unas horas para ir a dar un paseo por la playa. Matt me había dicho que quería ver de noche la costa, ya que, según habíamos leído, la gente de la zona hacían bailes y fiestas por esa zona. Todos los adultos también habían desaparecido para ir a pasar la noche allí, junto a las demás personas  que se hospedan por aquí. 

-¡Oh, por dios! No quiero imaginar que pasó entre ustedes.-dije escandalizado mientras le daba golpes en la espalda.

-¡Quítate de encima! No pasó nada, no seas mal pensado.-dijo moviéndose para hacerme caer.

-Matt, mi pequeño Matty, ya es un hombre. ¡Que emoción!-me reí.

-Eres un idiota, Connor.-gruñó intentando levantarse. Mi peso no se lo permitió.

-¿Cómo fue? ¿Se acordaron de la protección? No quiero ser tío tan pronto.

-Pareces una niña. Déjame en paz, no te diré nada.-se tapó la cara con la almohada.

-Tienes suerte de que tenga que mi cita dentro de quince minutos. Ya hablaremos tu y yo, Matthew Horan.-por fin me levanté.

-Al fin.-murmuró acomodándose para seguir durmiendo.

Me reí y salí del pequeño bungalow que nos había tocado. El mar estaba bajo mis pies y era del color más azul que jamás he visto. Parecía que el día estaba sonriéndome y todo saldría bien. Me puse las gafas de sol y caminé por el puente de madera que unía todos los bungalow con la costa. Algunas personas pasaban a mi lado y saludaban con amabilidad. La gente aquí venía a relajarse y olvidarse del mundo. No habríamos tenido mejores vacaciones en otro sitio. Llegué a la habitación de las chicas y toqué la puerta de madera. Misteriosamente no tenía ningún tipo de nervios.

-¿Buscas a Adriana? Aún está durmiendo.-dijo Jade seriamente al abrirme.

-No la busco a ella, si no a ti.-sonreí. Ella me miró confundida.

-¿Para qué?-se cruzó de brazos.

-No te lo voy a decir. Tienes que ponerte el bañador y acompañarme.-miré mi reloj.- Y date prisa, quedan ocho minutos.-

Ella me miró de arriba a abajo y asintió. Cerró la puerta en mis narices y desapareció de mi vista. Creí que sería más difícil convencerla o que directamente diría que no. Jade me había sorprendido gratamente. Me apoyé en el pasa manos que evitaba que cayésemos al mar y observe la tranquilidad de este. Es un día estupendo para hacer lo que tengo planeado.

Littles Horan (n.h.) TERMINADAWhere stories live. Discover now