[2] Capítulo 06

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PRIMO ANNIVERSARIO
(Primer aniversario)

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Raimondo Fiori se sentía desolado, furioso. En sus cortos diecisiete años, jamás le habían dicho no y, aquel día, por segunda vez, había recibido una negativa. La peor de su vida.

Aquel domingo había comenzado de la peor de las maneras: hacían seis días exactos que no sabía nada de su amigo y no podía ponerse en contacto con Matteo ni con Anneliese.

Lorenzo y Lorena le habían contado que, el domingo anterior -un día antes de que se publicara el video en el blog del periódico- Raffaele Petrelli se había enterado lo que había entre sus hijos y, al parecer, se había llevado a Angelo a... ¿a dónde?

Raimondo había utilizado los servicios del jefe de seguridad -un detective retirado de la Scotland Yard- que velaba los hospitales de su familia, su casa y también cuidaba del mismo muchacho, a distancia, pero el hombre sólo le había dicho la academia a la que había ido a parar Angelo -una... ¿realmente era una escuela militarizada de disciplina? ¡¿Qué mierda hacía él ahí?!-, no le había dicho nada del estado en que entró su amigo en esa academia -¿estaba bien de salud?-, y mucho menos le había dado opciones para sacarlo de ahí.

El ex detective le había dicho que no podía invadir una escuela privada y salir huyendo con un menor de edad; él dijo que eso era sustracción de menor y le recomendó que hablara con Giuliano Fiori, su abuelo; y, como si fuera un premio de consolación, le habló del rastreo de las personas responsables del video: la carga al servidor la habían hecho desde una universidad pequeña, al norte de la ciudad y "¿Quién crees que estudia ahí?" le había preguntado el ex detective, pero al ver la angustia del muchacho, decidió no hacerlo esperar ni un segundo más: ahí estudiaba la hermana mayor de Bianca Mattu, la administradora del blog que, supuestamente, había sido hackeada; y la hermana tenía un novio que estudiaba informática.

No se necesitaban dos dedos de frente para entenderlo todo y Raimondo le pidió si podía conseguir al menos la grabación. Pero también el ex detective dijo que no podía: la pareja había sido reportada a la policía, como desaparecidos, dos días atrás. Sus familias creían que les podría haber sucedido algo malo, pero la policía no estaba tomándolos en serio, pues ella tenía veinte y él veintidós, y faltaban los efectos personales de ambos, en sus dormitorios: algo de ropa, libros y, la cuenta bancaria del muchacho, registraba un movimiento inusual. Decían que, lo más probable, es que la pareja estuviera de vacaciones.

Y también le dio algo más: un archivo, una carpeta con el logotipo del hospital Fiori. El ex detective le aclaró que había sido su asistente suyo quien, buscando algo que a él jamás se le hubiese ocurrido, encontró el nombre de la editora del blog y... al parecer, tres años atrás, ella había sido atendida en uno de sus hospitales: había perdido el útero en un fallido intento de aborto.

Inmediatamente, Raimondo recordó el relato de Ettore, pero la verdad era que, en ese momento, le importaba una mierda Bianca.

Ésa tarde había hablado con su abuelo, le había preguntado las posibilidades que tenían de emancipar a Angelo, pero Giuliano se había negado; había dicho que ni tenían bases legales para hacerlo -¿sus padres abusaban de alguna manera de él?- ni tampoco haría nada contra la familia de Giovanni Petrelli. "Están educándolo. No te metas" le había advertido, por lo que no le dejó más remedio a Raimondo que hablar con el mismo abuelo de Angelo. Y lo encontró en la casilla tipo establo, contigua a su residencia, atendiendo a sus enormes perros -esos lobos que comían carne cruda; Raimondo nunca había visto tanta cantidad de carne roja, molida, en sus comederos- y, cuando le pidió ayuda, Giovanni le preguntó si sabía lo que Angelo hacía; Raimondo le respondió que él no hacía nada malo y Giovanni sólo asintió, en silencio, luego dijo -con ese tono neutral (que no revelaba en absoluto su opinión) que tanto le recordaba a Angelo- que a su nieto le hacía falta aclarar su mente.

Ambrosía ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora