Hermosa eternidad ||En pausa||

Capítulo 2 "Latidos irregulares"

-Es hora de levantarse-Escuche una voz muy cerca de mi.

Entre abrí los ojos y voltee - ¿¡Porque rayos estas tan cerca Sebastián!?

-¿Porque esta tan sonrojada Joven ama?- Dijo Sebastián alejándose muy tranquilo y con un tono de gracia.

-¡No estoy sonrojada!, detesto que invadan mi espacio personal

-No se altere Joven ama, yo solo vine a despertarla- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja, dirigiéndose a las enormes cortinas recorriendolas para dejar pasar a la deslumbrante luz del sol.

-¿¡Acaso esa es la forma de despertar a tu ama!?- Le dije gritándole mientras con una mano impedía que la luz diera a mis ojos.

-Solo quería comprobar algo- Dijo muy pensativo sin quitarme la vista de encima, volviendo cerca de mi cama.

-¿Comprobar qué?

-El comprobar que tenga más expresiones humanas, nunca la he visto emocionarse con algo o asustarse de algo, a veces pienso que no es humana- Sonrío levemente.

-¿Ah?, ¿Eso importa?

-Al verla sonrojada se me hace algo nuevo, le sienta muy bien, Joven ama - No dejo de sonreír- No se enfade, solo era una pequeña travesura, disculpe este comportamiento

Sentí como palpitaba mi pecho fuertemente al oír ese comentario desde la boca de Sebastián él no dejaba de sonreír.

-Malditos latidos irregulares...- Dije en voz baja llevándome las manos al pecho.

-¿Está bien, Joven ama?- El dejo de sonreír y cambio su expresión, podría decirse que se preocupó por un momento.

-Sí, pero solo una cosa- Dije un poco nerviosa y sonrojada.

-¿Cuál es?

-Vuelves a hacer lo mismo y  juro que te golpeare en la cara sin piedad, ¿Entendiste?- Le dije furiosa mostrándole mi puño para que entendiera de que hablaba.

-Por supuesto- Río a lo bajo y lanzo una pequeña sonrisita.

-¿¡A-Acaso, eso te da risa!?- Me puse nerviosa, no sé porque pero el hecho de que Sebastián sonriera, me hacía sentir rara.

-No creo que pueda hacer algo así- Él me contesto con tal sarcasmo que en verdad me dieron ganas de golpearlo en ese instante.

-No me subestimes Sebastián, puede ser que yo sea humana, pero no le tengo miedo a un demonio como tú- Le dije con una voz molesta, ya tenía mi paciencia al límite si decía algo mas sin dudarlo lo golpearía.

-Eso se verá en cualquier momento Joven ama, pero tiene compromisos de los cual debe ocuparse

-Eso es cierto, mejor ayúdame a vestirme para que empecemos de una buena vez-Dije un poco aliviada ya no quería seguir con esta discusión matri... quiero decir de amo y mayordomo, que rayos me está pasando hoy.

-Como ordene-El solo hizo su típica reverencia

Sebastián cubrió sus ojos con la manta y me ayudo a ponerme  un vestido tono lila adornado con flores moradas en la parte de la cintura y el hizo que me sentara en frente del tocador para acomodar mi cabello, el cepillo mi largo cabello café castaño y lo adorno con un listón morado con dos flores lila, acomodándolo la parte adornada de rosas en la parte izquierda de mi cabeza como si fuera una diadema.

-Joven ama, su cabello está más largo cada día que pasa, ¿Cómo hace para tenerlo tan largo?

-Solo corto las puntas de mi cabello, mi madre solía hacerlo, ahora Antoniette se encarga de eso