Parte 4.

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Paso 2 año el bebe había crecido, Entre los 4 lo llamamos Cato y bueno nuestro pequeño Cato se quedo en el bosque con sus tíos Gale y Peeta, y con Finn volvimos a la casa del viejo Plush,donde todo parecía estar en orden, las tardes de noviembre pasaban siempre igual, cálidos como siempre, La mayoría de los pandilleros habían muerto deshidratados y de hambre. Eran días difíciles, te mataban por una gota de agua e un poco de comida, Por un par de zapatos o simplemente por que si, en la ciudad quedaban tres o cuatro personas ya que las demás estaban en el bosque. Con Finn casábamos y se lo llevábamos a Peeta, Gale y Cato, siempre comíamos juntos nos divertíamos mucho, le enseñabamos nuevas cosas a Cato, ya había aprendido a caminar y a hablar.

Hoy 17 de Noviembre era un día normal para todos nosotros, estábamos cazando para llevar las presas al bosque como siempre, Veníamos hablando hasta que deje de sentir su voz, me di vuelta rápidamente y vi a un pandillero que le había clavado una cuchilla por la espada.

-Dame todo lo que tienes en esa bolsa

-Se artes marciales... Y otras dos palabras en japones- Dije levantando una pierna y los brazos.

Este se acerco a mi donde yo le di una patada en la cara y lo tire al piso, espere a que se levante y lo tome por el cuello. Se lo gire tanto que creo que lo mate.

-¿Quien es la mala ahora? ¿Eh?

Volví mi mirada hacia Finn donde el estaba mirándome con una sonrisa, pero de repente abrió los ojos como un plato hondo me di vuelta y tenia a uno detrás mio. Le tire el cuchillo al pecho y bueno murió.

-No llores, ¿Si? Prometí cuidarte siempre, y siempre lo haré, También te dije que quería pasar el resto de mis días contigo y lo hice, tienes que ser fuerte, se que ninguno de ellos esta a tu altura, tu eres grande y poderosa -soltó una risa- Y eso te hace especial para mi, Te amo y y cuida a Cato por mi, Cuéntale de mi también, no como un héroe si no como su padre sustituto.

Su corazón dejo de latir, Mis lágrimas no lo hacían, no paraban. Le di un pequeño beso, cerré sus ojos y le susurre al oído "Te amo Finncik Odair". Luego me levante, y arrastre su cuerpo hacia el patio trasero de la casa, Y comencé a cavarle su tumba, Para que en paz descanse. Tarde alrededor de Media hora en cavar la mitad, cuando sentí personas detrás mio, Me di vuelta y vi a Peeta y a Gale con Cato en brazos, Peeta y Gale Lloraban, Pero Cato no entendía lo que sucedía.

-Déjame que te ayude-Dijo Gale tomando la pala y tirándola al piso, Me abrazo muy fuerte mientras lloraba, tanto llorábamos que Cato también comenzó a llorar.

Me aleje de Gale para ir hacia Peeta y Cato.

-No Cato. No llores, el tío Gale esta triste por papi, pero papi esta en un mejor lugar ahora ¿Sabes? 

Logre tranquilizarlo, pero no a Peeta.

-Hey tu grandulon, yo te tenia como el chico fuerte que nada le afecta, ya me has dejado ver tu lado frágil

El me sonrió y yo lo abrace

-Todo va a estar bien-Le susurre.

Note que Cato se había ido con Gale, diciendo "Papi, papi", Con Peeta cortamos una flores y se las dimos a Cato

-Ve, Pónselas a tu padre-Dijo Peeta

Luego de terminar de cavar la tumba y poner el cuerpo el donde iba, y enterrarlo, Los chicos se quedaron a comer y luego se fueron, dejándome sola para que llorara tranquila, yo solo llore y llore, hasta que me quede dormida.

Al otro día me desperté al oír gritos, me levante rápido y salí a fuera donde vi que el bosque se incendiaba, corrí lo mas rápido que pude, cruce la alambrada y comencé a buscar a los chicos, pero solo encontré a Peeta, me entrego a Cato y recogió todas sus cosas, entendí que algo le había sucedido a Gale, tome las cosas y salimos de allí lo mas rápido posible ya que el fuego estaba casi pisándonos los talones.

Al llegar a la casa vi que Peeta estaba herido, La lave y note que era muy profunda, así que se la cosí para que no se desangre, Le pedí que se acueste y que no haga fuerza, ya que estaba muy frágil, Salí a casar algo y mientras estaba casando un sinsajo se poso en la rama del árbol que estaba frente a mi, Le silbe cuatro notas fáciles, que este imito con facilidad, otros 3 se le unieron y las imitaron también, pero de la nada se callaron, eso solo significaba una cosa, ¡PELIGRO! y si no estaba tan errada, había un hombre apuntándome con una pistola. Por acto reflejo retrocedí, y rápidamente saque una flecha del carcaj y a punte, se la di en un ojo, tome su arma y le dispare, tome la flecha la limpie y al volver, volví con 3 conejos, Los ase y se los comieron como unos desesperados.

Al cabo de unas semanas Peeta enfermo y una Mañana Cato lo encontró muerto. Ahora el trió dinámico debe estar unido, recuerdo sus sonrisas perfectamente, seguro que ahora están jugando un partido de Basquet ball, como jugaban en el bosque con un coco que habíamos encontrado en la playa y sus mochilas, mientras yo cuidaba a Cato. Me imagino nuevamente sus risas como ese día en el bosque, Las lágrimas se me caían, los voy a extrañar.

SobreviviendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora