Dreams

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Las pocas probabilidades de que nosotros matemos a la horda de eran de 99.9% Carl iba frente a mí con la pistola en mano,sentía que el sudor recorría incluso por mi sangre,los caminantes salían de diversas partes,era tan imposible salir de aquí.

Llegamos al campamento dónde se encontraban todos tomando las provisiones y arrancando los autos para marcharnos pero era inútil,ya no había más qué hacer y lo único que había que hacer era matar a los caminantes.Lizzie se encontraba cargando a Judith y Mike le ayudaba a llegar hasta Carol quien estaba en el auto.

Rick y Daryl estaban en marcha mandando a todos en un mejor punto para matar a los caminantes.Rick nos miro y camino directo a nosotros.

— ¡Carl!¡Mika! ¿Están bien?

Asentimos con la cabeza.

— Bien,necesito que los dos vayan al noroeste y maten a los caminantes que se acerquen hacia allá ¿De acuerdo?

Carl y yo nos echamos a correr directo a la dirección que Rick nos había dicho.La sed empezaba a hacerse presente y mis fuerzas cada vez se iban debilitando. Tropecé con una rama  y caí al suelo,Carl se dio cuenta y retrocedió para ayudarme.

  — Vamos Mika,sé que tu puedes.

Me ayudo a levantarme de pie y seguimos corriendo hasta llegar a nuestro punto de objetivo. Carl me paso un arma y empezamos a  disparar a los caminantes que se acercaban a nosotros,Carl y yo nos pusimos de espalda a espalda para tener una mejor visión.

Mis cinco sentidos empezaba a sentir que cada vez se activaban más,el zumbido en mi cabeza no se alejaba por más que traba de olvidar.Mi vista se dirigió directo a todos quienes estaban matando para sobrevivir,matando para vivir,como si nosotros les pidiéramos a los caminantes más tiempo ara vivir,más tiempo para respirar.

Fue cuando lo entendí completamente,fue cuando entendí la maldición del apocalipsis. Sé que nosotros ya no pertenecemos a esté mundo y jamás lo lo fuimos.Baje el arma dejando de matar a los caminantes.

Era inútil,todo siempre lo fue.Incluso lo fue desde un principio,desde la evolución del hombre.Desde qué un bebé nace,desde qué un a mujer está embarazada,desde qué se cumple la fecundación.Todo fue desde ese momento.

Jamás hubo un comienzo del apocalipsis...

Porqué ya existía desde que nosotros existimos. 

  — Mika.

Y mire aquellos rostros alacrados,hambrientos. Con sus miradas perdidas  en los ojos,era hora,ya no hay marcha atrás.Ellos ganan,siempre ganan.

Me di la media vuelta.Para mirar a Carl,frunció el ceño.

  — Me estoy muriendo,Carl-

— No digas eso,Mika,no lo estás.Resiste un poco,te sanarás.

— Carl— Lo mire— .Sabemos que no lo haré.

  — Resiste Mika.

Extendí su mano y darle mi arma.Mire a los caminantes que cada vez se acercaban.

— ¡Dejen esté lugar,nos vemos en la carretera!

Había gritado Rick.

Carl me quiso tomar de la mano pero yo la apartaba,

— Por favor,Mika.

Tome su rostro en mis manos.

— Quiero que vayas con ellas y corras en un punto en el qué puedas disparar.Yo te distraeré,cuando estés lo suficiente lejos me dispararás.

— ¡No me pidas eso!

— Mátame sí alguna vez me amaste.

— Mika.

— ¡Sólo apunta con la maldita arma y me matas!

— ¡Mika!

Cerré mis ojos fuertemente,quería mostrarle que hablaba en serio,quería desmostar que lo amaba y quería que se salve .Y los abrí,mi ojos los abrí encontrándome con la mirada de Carl,bese de sus labios,una y otra vez.

—Please,Carl,please...

Y se fue.

Carl se echó a correr directo a los demás.

Una oleada de emociones invadió mi cuerpo,sería libre,sería feliz.Ya no más sufriría,ya no más mataría,ya no más vería como mueren las personas más significativas de mi vida.

Los caminantes se acercaban a mí.Se acercaban para comerme,sentía sus dientes desgarrando de mi carne y ya no había dolor.

Quería ver a Carl y ahí estaba él.

Mi príncipe azul que nunca soñé ...

Sus lágrimas invadían su rostro.Tomo con las dos manos el arma apuntándome directo hacia a mí.

  — Please,Carl,please...

Y disparo.

Disparo en mi cabeza.

Y caí al suelo.

En el cuerpo que en alguna vez estuve,el cuerpo en que besé a Carl,el cuerpo en el qué fui Mika Samuels.

Y en el qué una vez,estuve perdidamente loca enamorada de nada más y nada menos que de...

Carl Grimes. 

 

El amor no tiene edad 2°(Carl Grimes y Mika Samuels)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora